
En el centro de la tormenta se encuentra Hayden Mark Davis, un empresario estadounidense que, a pesar de presentarse como un simple asesor de proyectos de tokenización, está siendo señalado como uno de los principales responsables del desplome de LIBRA y las pérdidas millonarias de más de un centenar de inversores.
LIBRA, que se lanzó con la promesa de ser un vehículo de fondeo para proyectos productivos en Argentina, rápidamente se convirtió en un fiasco. Con un proyecto respaldado en su origen por gente cercana al presidente Javier Milei, las primeras acusaciones sugieren que el token fue inflado artificialmente, usando tácticas que favorecieron a los promotores en detrimento de los inversores.
El origen de la cripto LIBRA remonta a la empresa Kelsen Ventures, dirigida por Hayden Davis, quien fue clave en la creación de la moneda digital. El proyecto fue concebido como una forma de captar inversiones para proyectos en el país, algo que, en principio, generó gran expectativa. A su lado, figuras como Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, dos traders vinculados a Milei antes de que éste se involucrara en la política, jugaron un papel fundamental en su lanzamiento.
Sin embargo, lo que parecía ser una oportunidad de inversión se transformó rápidamente en un escándalo financiero. El principal accionista del proyecto, Tom Davis, padre de Hayden, admitió haber utilizado múltiples billeteras para comprar grandes cantidades de LIBRA en etapas tempranas y venderlas a precios inflados, obteniendo un beneficio de 6 millones de dólares. Mientras tanto, Hayden Davis desmintió que se tratara de un “rugpull” (táctica para estafar a inversores), aunque las denuncias de fraude siguen creciendo.
Uno de los giros más sorprendentes en la trama fue la acusación de Hayden Davis, quien, tras una serie de amenazas, comenzó a señalar públicamente al presidente Javier Milei como uno de los responsables del fracaso del proyecto.
Según Davis, los empresarios cercanos a Milei le habían asegurado un respaldo permanente para el proyecto, pero al final el presidente se alejó del mismo.
El vínculo de Milei con el proyecto se vio reflejado en la foto tomada el pasado 30 de enero, cuando Davis y el presidente argentino posaron juntos, aparentemente en los preparativos de lanzamiento de LIBRA. A raíz de esto, varios especulan sobre el grado de conocimiento que Milei tenía de los detalles financieros y las operaciones del token.
Mientras las demandas se acumulan en los tribunales estadounidenses, y la Security Exchange Commission (SEC) interviene en el caso, la situación política de Milei se ve cada vez más comprometida. Hayden Davis, quien hasta hace poco se presentaba como un aliado del presidente argentino, ahora ha dado un giro radical, acusando públicamente al mandatario de ser responsable del fracaso del proyecto y de su involucramiento con empresarios locales.
La amenaza de Davis de hablar con mayor profundidad sobre el caso ha encendido las alarmas en la Casa Rosada. A medida que se avanza en las investigaciones, las sospechas sobre las conexiones entre los empresarios que impulsaron LIBRA y los socios de Milei se intensifican. En este contexto, algunos allegados sugieren que sería mejor que el presidente postergue su visita a Washington para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora, programada para este jueves. El clima político podría tornarse aún más tenso si se confirma la implicación de figuras cercanas a su entorno.
El desenlace de este caso podría tener repercusiones importantes, no solo para el ámbito financiero, sino también para la estabilidad política del presidente Milei.