
La aeronave, con matrícula ZM421, despegó desde la base de la OTAN en las Islas Malvinas y se aproximó a solo 64 kilómetros de la ruta de vuelos de Aerolíneas Argentinas y Flybondi.
Los vuelos comerciales implicados fueron el ARG1888 y ARG1886 de Aerolíneas Argentinas y el FBZ5997 y FBZ5995 de Flybondi, que cubrían la ruta entre Ushuaia y el Aeroparque Jorge Newbery. El incidente tuvo lugar sobre el Atlántico Sur, cerca de la provincia de Santa Cruz, aumentando la preocupación por la seguridad aérea en la región.
La situación se agravó cuando el Airbus 400M apagó su transpondedor en el momento crítico de aproximación. Este dispositivo es esencial para monitorear la posición de las aeronaves, y su desconexión impidió registrar con exactitud la distancia entre el avión militar y los vuelos comerciales, elevando el riesgo de un posible incidente.
Mientras ocurría esta maniobra, un Airbus A330 de la Real Fuerza Aérea Británica, proveniente del Reino Unido con escala en la Isla Ascensión, aterrizó en las Islas Malvinas. Esta acción simultánea aumenta la preocupación sobre la presencia militar británica en el Atlántico Sur y su impacto en la seguridad de los vuelos comerciales.
El incidente ha generado alarma tanto en sectores aeronáuticos como políticos, ya que la proximidad de aeronaves militares a rutas comerciales representa una amenaza directa para la seguridad de los vuelos civiles. Las autoridades argentinas podrían exigir explicaciones y medidas para evitar futuros riesgos en el espacio aéreo nacional.
Con información e imagen de Agenda Malvinas