En la noche del lunes, alrededor de las 22:45 horas, un ciudadano se presentó en la División Comisaría Segunda con la intención de entregar elementos destinados a un interno judicial. Durante la inspección rutinaria de las pertenencias, un agente, que se desempeñaba como Cabo de Cuarto, detectó un envoltorio plástico transparente dentro de una prenda de vestir. Al examinar su contenido, se constató la presencia de una sustancia blanquecina, presumiblemente clorhidrato de cocaína.
Inmediatamente, se informó a la Unidad Fiscal Descentralizada de la localidad, quien dispuso la intervención del personal de Narcocriminalidad Zona Norte. Tras realizar las pruebas pertinentes, se confirmó que la sustancia era clorhidrato de cocaína, con un peso de 1,1 gramos. Se procedió al secuestro del estupefaciente y a la realización de un Formulario de Consulta Inicial.
La Justicia autorizó una requisa al ciudadano, la cual arrojó resultado negativo. Además, se solicitó un juego de fichas, un informe socioambiental y un acta de constatación en el domicilio aportado por el implicado. Las diligencias realizadas fueron elevadas a la autoridad judicial competente para su evaluación y determinación de las medidas legales correspondientes.
Este incidente resalta la importancia de los controles internos en las dependencias policiales y la vigilancia constante para prevenir el ingreso de sustancias ilícitas al ámbito penitenciario.