El director del PAMI en Santa Cruz y referente de La Libertad Avanza en la provincia, Jairo Enoch Guzmán, desató una fuerte polémica tras publicar en sus redes sociales una imagen de una bandera LGBTQ+ completamente incinerada, acompañada por el mensaje: "La única bandera es la celeste y blanca".La fotografía, que remite a épocas dictatoriales donde esta comunidad era perseguida, e incluso al fascismo y al nazismo, causó estupor y dolor en diversos sectores sociales. Históricamente, regímenes totalitarios incluyeron a personas homosexuales entre sus víctimas, junto a otras comunidades. En este contexto, la publicación de Guzmán fue señalada como un acto de incitación al odio y discriminación.
Críticas desde el ámbito político y social
La concejal de Río Gallegos, Giuliana Tobares, expresó su indignación a través de sus redes sociales: "Repudiamos y denunciamos públicamente esta despreciable publicación. No hay que ser de la causa para defenderla, solo se necesita humanidad, empatía y valores. No nos van a silenciar. Elegimos levantar nuestra bandera con orgullo y no permitiremos que un funcionario público promueva discursos de odio".
Desde Caleta Olivia, el concejal Carlos Aparicio también condenó enérgicamente la acción de Guzmán: "Prender fuego simbólicamente la bandera LGBTQ+ es incitación directa al odio y la discriminación. Este acto es inaceptable y peligroso, y espero que los santacruceños lo repudien de manera contundente. Es imperativo que se tomen medidas para evitar que funcionarios públicos utilicen su posición para fomentar el odio".
La respuesta de Guzmán: una agenda de confrontación
Lejos de retractarse, Guzmán redobló su discurso en publicaciones posteriores. "Para que quede claro: soy provida, anti Agenda 2030, anti ideología de género y antizurdos. Quiero desarrollo económico conjuntamente con los valores morales que votó el 56% de los argentinos. La grieta es moral. ¡Viva la libertad, carajo!", escribió, junto a una imagen con la consigna "Stop Agenda 2030".
Al posteo de la bandera incinerada lo borró ante la reacción de la ciudadanía, pero muchos le tomaron captura para repudiar el acto de violencia comunicacional.