Tucura Sapo en la Patagonia: cómo controlar esta plaga que amenaza la agricultura

Aunque los avistamientos no alcanzan aún una escala preocupante, requieren atención inmediata para evitar que la plaga se propague, como ocurrió en 2020 y 2022, cuando la región declaró emergencia y alerta fitosanitaria.

Comité Patagónico por Tucuras: Coordinación para el control

Desde 2022, el Comité Patagónico por Tucuras (CPT) lidera acciones para combatir esta amenaza. Este equipo interinstitucional reúne al Senasa, INTA, universidades, gobiernos provinciales y representantes del sector privado. Su misión es establecer medidas fitosanitarias, protocolos de prevención y sistemas de vigilancia que permitan contener la plaga de manera efectiva.

Entre sus logros, el CPT desarrolló una "Guía de recomendaciones para el monitoreo y control de la tucura sapo", una herramienta clave para los productores.

Impacto de la tucura sapo en el agro

La tucura sapo, aunque inofensiva para humanos y animales, genera severos daños en pastizales naturales e implantados, fundamentales para la actividad agrícola y ganadera. Si no se controla, puede causar pérdidas económicas significativas en la región patagónica.

Herramientas del Senasa para reportar la plaga

Para fortalecer la respuesta ante esta amenaza, el Senasa ofrece un canal directo a través de WhatsApp (11 5700 5704, opción 2). Este sistema permite a los productores notificar posibles avistamientos y recibir información sobre la plaga mediante un bot interactivo.

Control fitosanitario: Clave para limitar la propagación

El control de la tucura sapo requiere la aplicación de productos fitosanitarios autorizados por el Senasa, siempre bajo condiciones adecuadas. La detección temprana y la intervención oportuna son esenciales para evitar que la plaga se expanda fuera de su hábitat natural.

Un esfuerzo colectivo para proteger la Patagonia

La lucha contra la tucura sapo depende de la colaboración entre productores, organismos estatales y la sociedad. La vigilancia, el uso responsable de fitosanitarios y la comunicación efectiva son las herramientas clave para proteger el agro patagónico y evitar que esta plaga se convierta en una amenaza a gran escala.