Este dato fue presentado durante la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán, alertando sobre el acelerado impacto en el cambio climático.
El incremento de las emisiones coloca al mundo en una trayectoria peligrosa: se necesita eliminar entre 7.000 y 9.000 millones de toneladas de CO2 al año para 2050, pero las acciones actuales solo logran reducir 2.000 millones de toneladas anuales, insuficientes para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, como establece el Acuerdo de París.
Desde 1950, el observatorio de Mauna Loa en Hawái monitorea las concentraciones de CO2. Este año, los niveles llegarán a 422,5 ppm, frente a las 278 ppm de la era preindustrial. El aumento exponencial intensifica el efecto invernadero, principal motor del calentamiento global.
Eventos como el fenómeno climático El Niño 2023-2024 han agravado las emisiones derivadas de la deforestación y degradación forestal, contribuyendo al crecimiento sostenido de emisiones.
Con más de 40.000 millones de toneladas de CO2 liberadas anualmente, los impactos del cambio climático son cada vez más devastadores. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió en COP29 que 2024 será el año más cálido jamás registrado, y enfatizó que la acción climática no es opcional, sino imperativa.
Según el informe, las emisiones no han alcanzado su punto máximo global, aunque algunos países han mostrado avances. Glen Peters, del Centro CICERO, subrayó que el progreso colectivo es vital para revertir esta tendencia.
El "presupuesto de carbono", es decir, la cantidad máxima de CO2 que se puede emitir sin superar el límite de 1,5 °C, está casi agotado. Según el Proyecto Global del Carbono, al ritmo actual, hay un 50% de probabilidades de superar ese umbral en los próximos seis años. Las principales incertidumbres provienen de agentes adicionales como metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (N2O).
Para cumplir con los objetivos climáticos, es crucial que los países refuercen sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), integren políticas de eliminación de carbono y mejoren los sistemas de monitoreo y verificación.
En 2024, la inversión en energías limpias superará los 2 billones de dólares, duplicando la inversión en combustibles fósiles. Este cambio hacia tecnologías sostenibles es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y construir un futuro más resiliente.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, instó a los países a acelerar la transición energética y garantizar que los beneficios lleguen a todas las naciones, asegurando un enfoque equitativo y sostenible.