El conflicto entre ADOSAC y el Gobierno de Santa Cruz continúa.
En declaraciones a Radio Vanguardia, el secretario general de ADOSAC, Javier Fernández, detalló la situación salarial que atraviesa el sector docente en la provincia y dijo que el gobernador no está bien asesorado en los números.
Según Fernández, la cifra de 8 millones de pesos mencionada por el gobernador no es precisa, afirmando que los directivos en zonas desfavorables (zona 180) perciben entre 1,8 y 2 millones de pesos, pero nunca alcanzan los valores citados.
La tensión entre el gremio y el Gobierno derivó en la huelga de 48 horas que está en vigencia.
Fernández aseguró que las medidas de fuerza reflejan el descontento generalizado de los docentes, quienes consideran insuficiente la propuesta salarial presentada. "Esos 3,5 puntos adicionales (de aumento ofrecido) apenas representan 27 mil pesos para un docente ingresante, lo cual no cubre ni las necesidades básicas", explicó.
En el marco de este conflicto, el secretario de ADOSAC también se refirió a la falta de efectividad de las conciliaciones obligatorias impuestas por el Gobierno, subrayando que en el pasado no han generado ninguna mejora para el sector educativo. Por su parte, el gremio mantiene su rechazo a las propuestas gubernamentales y exige un espacio de diálogo que lleve la negociación nuevamente al ámbito paritario.
Además, lo que nosotros seguimos diciendo es que el docente, todavía en esta provincia, no ha superado el umbral de la línea de pobreza. Hoy, un docente recién ingresante está cobrando $770.000, por lo que, para llegar al costo de la canasta básica, aún falta un tramo. Es cierto que se ha avanzado y que este año se ha recuperado tal vez todo lo perdido en los últimos 10 años, pero estamos todavía muy cerca de alcanzar ese objetivo. Sin embargo, lamentablemente, con esta oferta que representa un estancamiento en dicho crecimiento, la realidad es esa. Insisto y vuelvo a la pregunta: ¿hay algún docente que cobre regularmente un salario de esa magnitud en la provincia? Además, en algún momento habrá que reconsiderar algunas cuestiones, porque si cargos jerárquicos en otros sectores perciben esos salarios, y es natural que los cobren, ¿por qué no plantearse que en educación esto debiera ser una realidad? Es algo que, en algún momento, la clase política debería atender.