La estudiante, que estaba en su viaje de egresados, había ingresado al hospital tras presentar síntomas severos de la enfermedad, conocida también como la "enfermedad del beso", que es causada por el virus de Epstein-Barr. Según informó el Diario Río Negro, la joven ya había mostrado señales de la enfermedad antes de emprender el viaje a la ciudad rionegrina.
La mononucleosis es una infección viral común en adolescentes y jóvenes adultos. Se transmite principalmente a través de la saliva, lo que ha llevado a que se la conozca como la "enfermedad del beso". El virus tiene un período de incubación de entre 4 a 6 semanas y afecta mayormente a jóvenes, especialmente durante la primavera. Los principales síntomas incluyen dolor de garganta, fatiga extrema, fiebre, inflamación de amígdalas y ganglios linfáticos.
En algunos casos, esta enfermedad puede pasar desapercibida o ser diagnosticada erróneamente como faringitis. Sin embargo, cuando no se trata adecuadamente, la mononucleosis puede derivar en complicaciones graves como problemas hepáticos o inflamación del bazo.
Si bien la mayoría de los casos de mononucleosis se resuelven sin mayores problemas, algunas complicaciones pueden ser mortales. Una de las más comunes es la esplenomegalia, el agrandamiento del bazo, que puede llevar a su ruptura si no se toman las precauciones adecuadas, como evitar actividades físicas intensas. También se puede desarrollar hepatitis leve, anemia, o inflamación del músculo cardíaco (miocarditis).
En casos extremos, la infección puede progresar a un shock séptico, una respuesta inflamatoria descontrolada del cuerpo ante la infección, que puede llevar a la falla de órganos y la muerte si no se trata de inmediato. Este fue el caso trágico de la joven en Bariloche, cuyo cuadro se complicó rápidamente, llevándola al fatal desenlace.
El diagnóstico de la mononucleosis suele confirmarse mediante un análisis de sangre, conocido como la prueba de Paul Bunnell, que detecta la presencia de anticuerpos específicos. Un hemograma completo también es útil, ya que muestra un aumento de glóbulos blancos y la velocidad de sedimentación, lo que indica una infección activa.
No existe un tratamiento específico para la mononucleosis, pero es crucial seguir algunas recomendaciones para evitar complicaciones. Reposo absoluto, mantener una buena hidratación (al menos 2 litros de agua diarios) y una dieta saludable son fundamentales para la recuperación. También se recomienda el uso de fármacos antifebriles para controlar la fiebre, pero no se ha demostrado que los antivirales reduzcan los síntomas.
Aunque no existe una vacuna para la mononucleosis, es posible reducir el riesgo de contagio evitando compartir utensilios o bebidas con personas infectadas y manteniendo una buena higiene de manos. Si una persona desarrolla síntomas como fiebre, fatiga extrema o dolor abdominal, es crucial consultar a un médico de inmediato para un diagnóstico temprano y evitar complicaciones mayores.
La mononucleosis no suele repetirse, ya que la mayoría de las personas desarrollan inmunidad tras superarla. Sin embargo, el virus puede permanecer en la saliva durante meses después de la recuperación, por lo que es importante evitar el contacto cercano durante ese tiempo.