domingo 06 de octubre de 2024 - Edición Nº2132

Cultura | 30 sep 2024

Daño a la cultura

Protesta con sopa: el segundo ataque ecologista a la obra maestra de Van Gogh en la National Gallery

La National Gallery de Londres ha sido nuevamente escenario de una protesta de la organización ecologista Just Stop Oil.



Tres activistas, portando camisetas con el nombre del grupo, lanzaron sopa a las famosas pinturas de Los Girasoles de Vincent van Gogh, horas después de que dos compañeras fueran sentenciadas por un ataque similar en 2022.

 

¿Qué es Just Stop Oil y por qué protestan?

Just Stop Oil es un movimiento ecologista que exige el fin de nuevos proyectos de extracción de petróleo y gas en el Reino Unido. Sus acciones buscan generar conciencia sobre la urgencia climática, aunque sus métodos han sido altamente controvertidos. En esta ocasión, los activistas repitieron una táctica ya utilizada: lanzar sopa sobre obras de arte emblemáticas para captar la atención del público y los medios.

Reincidencia: segunda agresión a Los Girasoles

En octubre de 2022, las activistas Phoebe Plummer, de 23 años, y Anna Holland, de 22, lanzaron sopa de tomate sobre una de las versiones de Los Girasoles de Van Gogh, fechada en 1888, y se pegaron a la pared. Aunque el cuadro en sí no sufrió daños gracias a su protección con cristal, el marco dorado, adquirido en 1999, sufrió un daño valorado en £10,000 (casi 12,000 euros). Las dos mujeres fueron sentenciadas a 2 años y 20 meses de cárcel, respectivamente.

En esta nueva acción, los activistas atacaron otras dos versiones de Los Girasoles de la serie, correspondientes a 1888 y 1889. La National Gallery confirmó que las pinturas no sufrieron daños y fueron retiradas para su evaluación. Las autoridades detuvieron a los responsables inmediatamente.

¿Cuál es el objetivo de las protestas?

Las acciones de Just Stop Oil han generado debate, no solo por su impacto en el arte, sino por la forma en que buscan presionar al gobierno británico para detener la expansión de proyectos de petróleo y gas. Según la organización, estas medidas son fundamentales para frenar el cambio climático. Sin embargo, sus métodos han sido criticados por muchos, incluyendo figuras del arte y el medio ambiente.

El juez Christopher Hehir, quien dictó la sentencia a Plummer y Holland, subrayó que las activistas “no se preocuparon si la obra se dañaba o no”, lamentando que podría haberse perdido un tesoro cultural.

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