Este monto está basado en los primeros desembolsos estimados por las empresas, aunque no incluye los proyectos de cobre, que podrían aumentar significativamente las inversiones a partir de 2026, cuando se completen los trámites ambientales.
El éxito del RIGI dependerá de la adhesión de las provincias, así como de las políticas sobre regalías y el comportamiento de los precios internacionales. Hasta ahora, provincias como Río Negro, Jujuy, Mendoza y San Juan han aprobado el régimen, mientras que otras, como Buenos Aires y La Pampa, lo rechazaron.
En cuanto a los precios, la baja en la demanda de litio ha llevado a una caída en su cotización, lo que podría ralentizar algunos proyectos. Aun así, la Agencia Internacional de Energía estima que la demanda de litio se multiplicará en las próximas décadas debido a la transición energética.
El cobre es uno de los minerales clave para la transición energética y se espera que los proyectos más avanzados requieran inversiones de hasta USD 5.000 millones cada uno. Según la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), la escasez de cobre a nivel mundial podría ser crítica en 2035, lo que coloca a Argentina en una posición estratégica.
Con el impulso del RIGI, se prevén inversiones totales de USD 30.000 millones en los próximos años, que podrían triplicar las exportaciones mineras y dinamizar el desarrollo de proveedores locales.