lunes 16 de septiembre de 2024 - Edición Nº2112

Política | 3 sep 2024

Petrumco

“Esperemos que se pongan la mano en el corazón": móvil de radio Vanguardia desde el acampe de mujeres

Mujeres acampan frente al basural de Petrumco, exigiendo su reincorporación como empleadas municipales de planta permanente. Denuncian maltrato y vigilancia constante, mientras el intendente Pablo Carrizo se niega a reincorporarlas, argumentando un error del anterior gobierno.



 

Ocho días de acampe bajo el frío caletense frente al basural de Petrumco marcan la lucha de un grupo de mujeres que exigen su reincorporación como empleadas municipales de planta permanente. "Esperemos que se pongan la mano en el corazón y traten de solucionarlo, porque mirá el viento que hay y estamos así", expresó una de las manifestantes en diálogo con el móvil de Radio Vanguardia, reflejando el clima de desesperación que atraviesan.

 

El conflicto se originó cuando el intendente Pablo Carrizo rechazó la reincorporación de las trabajadoras, argumentando que fueron admitidas de manera equivocada por la anterior gestión de Fernando Cotillo y su entonces jefe de gabinete, Juan Carlos Gómez. La actual administración los acusa de que Cotillo y Gómez las usaron a las mujeres en la campaña política.

 

Condiciones durísimas

Mientras tanto, las condiciones del acampe son durísimas. Las manifestantes han improvisado una carpa con pedazos de nylon y se mantienen cerca del fuego durante la noche para no sucumbir al frío.

"Toda la noche con el fuego, cuidando con la lluvia para que no se apague el fuego, y así estamos, esperando que nos den una respuesta", detalló otra de las mujeres que permanece en el lugar.

La comunidad, sin embargo, ha mostrado su apoyo. "Nos han traído pan, tablas para calentarnos, porque... y bueno, todo el tiempo pasa gente y nos deja algo para que comamos", relató una de las manifestantes.

 

 

Vigilancia

Pero no todo es solidaridad. Las mujeres denunciaron sentirse vigiladas y perseguidas por vehículos que se detienen frente a su campamento y permanecen allí un rato antes de irse. Incluso, han tenido que radicar una denuncia relacionada con un incidente que involucró a una camioneta. "Pasan, miran, se quedan al frente, están un ratito y se vuelven, o si no vienen, dan la vuelta y se van", describieron.

A pesar de estas dificultades, el grupo sigue firme en su demanda, esperando una respuesta favorable que ponga fin a esta situación que ya se prolonga por más de una semana. "Es mucho la espera. Ya vamos para la segunda semana y ya van a ser 15 días, 16... y es demasiado estar acá con toda la contaminación", concluyeron, reflejando la tensión y el desgaste que la protesta ha causado entre las manifestantes.

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