
Para asegurar las 36 voluntades necesarias, el oficialismo tuvo que aceptar modificaciones al proyecto que había sido previamente aprobado en Diputados, y ahora el texto volverá a esa cámara con las alteraciones introducidas por los senadores.
El respaldo del Pro, la UCR y varios partidos provinciales permitió al Gobierno alcanzar la paridad de votos después de negociaciones arduas. Por otro lado, el kirchnerismo, junto con el radical Martín Lousteau, quien presentó un dictamen alternativo, y los senadores santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia se ubicaron en el bando opuesto.
Aunque el resultado era esperado en las últimas horas, el suspenso y la tensión dominaron el recinto durante el extenso debate, que finalmente otorgó un respiro al Gobierno.