En una entrevista con el comisario Elbio Ramírez, jefe de comunicación de la Policía de Santa Cruz, se profundizó sobre la preocupante tendencia al alza de la distribución y consumo de pornografía infantil en la región. Ramírez destacó la gravedad del delito, enfatizando que implica la violación de la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes, subrayando que "esto no es pornografía, estamos hablando de abuso sexual, sea o no con inteligencia artificial, con muñecos o cualquier otro medio".
Al describir el modus operandi de la Policía cibernética, Ramírez afirmó: "Estamos hablando de material de contra la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes que estamos teniendo desde un tiempo a esta parte". Además, explicó el papel del trabajo de investigación: "Una policía cibernética que va detectando material de desnudez y de explotación infantil en diferentes redes".
El comisario detalló el proceso de investigación, desde el rastreo del material hasta los allanamientos: "Una vez detectado, el investigador recibe un número de IP o una dirección única que le sirve de guía para abordar hacia dónde ir y a qué domicilio". Además, enfatizó la importancia del análisis del contexto del domicilio: "Se describen los ambientes de manera completa para cotejar con el material encontrado". De este modo se puede saber si se trata de un lugar de producción del material o sólo un usuario de productos realizados en otro lado.
En relación con las detenciones, Ramírez explicó: "Al principio, todo esto tiene meramente lo que es recolección de medios de prueba". Y añadió sobre los arrestos: "Salvo que se detecte un material demasiado llamativo o hay peligro de fuga, las personas quedan a disposición de la Justicia".
Uno de los casos más impactantes involucra a un individuo que producía contenido para la Deep Web, siendo identificado gracias a una remera en una de las imágenes. Ramírez destacó: "Este caso es un ejemplo claro de la importancia del análisis meticuloso del material y el contexto para llevar a cabo arrestos y procesamientos efectivos".
En cuanto al reciente descubrimiento de un individuo relacionado con Caleta Olivia, que imprimía muñecos realistas de niños, Ramírez expresó: "Este caso es sumamente preocupante. Estamos hablando de una persona que compartía material de abuso infantil y que ha sido identificada como uno de los mayores distribuidores de contenido de explotación infantil en el país".
Este preocupante panorama subraya la necesidad de una lucha constante y coordinada contra el ciberdelito. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es esencial para proteger a los más vulnerables y erradicar esta lacra de nuestra sociedad.