viernes 18 de julio de 2025 - Edición Nº2417

Política | 16 jul 2025

Langostinos

Conflicto en pesca: Más de USD 100 millones en juego, acuerdos individuales por fuera del convenio y acusaciones cruzadas

La temporada 2025 de langostino en la Patagonia austral, que debió comenzar entre fines de marzo y abril, está completamente paralizada.



El conflicto entre las cámaras empresariales del sector y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ya generó pérdidas superiores a los 100 millones de dólares y mantiene a 113 buques congeladores atados a puerto.

Desde el sindicato marítimo, la consigna es clara: “No a la baja”. Rechazan de plano cualquier recorte salarial y sostienen que el convenio colectivo de trabajo vigente tiene fuerza de ley. Apoyados en el artículo 5 de la Ley de Contrato de Trabajo, insisten en que ningún acuerdo que implique condiciones inferiores para los trabajadores es legal, y por tanto, “cualquier rebaja es inconstitucional”.

En un comunicado difundido por redes sociales, el SOMU respondió con dureza a las cámaras:

“Qué lejos están de la realidad. Su única propuesta fue avanzar con un recorte salarial. Nosotros presentamos medidas concretas sin tocar el salario, pero todas fueron rechazadas”.

Entre las propuestas del gremio, se incluyeron:

Aplicación del Decreto 633/18 para permitir salarios con 70% no remunerativo y 30% remunerativo.

Solicitud al Consejo Federal Pesquero para reducir o eliminar el DUE.

Pedido al Ministerio de Economía para eliminar retenciones a las exportaciones.

Exención de cuota sindical y aportes empresariales a Acción Social y Capacitación.

Todas fueron rechazadas. Para el SOMU, la verdadera intención de las cámaras es “recortar directamente en el bolsillo del marinero”.

“Ya lo vivimos. Sabemos cómo termina. Quieren abrir acuerdos individuales, violando toda norma de tutela salarial. Esto merece sanciones, y vamos a solicitarlas”, denuncian desde el gremio.

En declaraciones a Revista Puerto, el secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro, fue aún más tajante: “Las empresas están extorsionando a la gente, jugando con el hambre y la desesperación. Quieren que los trabajadores embarquen a cualquier costo”.

Navarro también cuestionó los acuerdos ya firmados por otros sindicatos —como capitanes y maquinistas—, insinuando que algunos habrían aceptado rebajas encubiertas mediante pagos “por fuera”.

Mientras tanto, la situación de los marineros es crítica: meses sin trabajar, sin ingresos reales, y un sueldo garantizado que no alcanza para cubrir lo básico.

 

Empresas se mueven por fuera del convenio

Frente al estancamiento de las negociaciones formales, las empresas comenzaron a actuar por su cuenta. Conarpesa y el Grupo San Isidro lanzaron propuestas de acuerdos individuales para que los marineros se embarquen sin esperar un acuerdo colectivo.

Según Radio Chubut, Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa, envió cartas a sus 400 tripulantes, asegurando que:

Percibirán un sueldo superior al del año anterior.

Recibirán adelantos en efectivo para afrontar la espera.

Serán convocados a embarcar el próximo miércoles 23 de julio.

Álvarez Castellano criticó a la conducción del SOMU por priorizar “su continuidad política sobre el bienestar de las familias”, y advirtió que, si no hay resolución pronto, “es muy probable que se pierda la temporada entera”.

El Grupo San Isidro, por su parte, prometió mantener ítems fijos de producción y ofreció un ingreso hasta un 15% superior al del año pasado, gracias a ajustes impositivos.

Ambas propuestas ahora deben ser homologadas por la Secretaría de Trabajo de la Nación, ya que se tratan de modalidades extraordinarias, fuera del convenio vigente.

 

El langostino está, pero nadie lo pesca

Mientras el conflicto escala, el recurso en el mar sigue ahí. En la Subárea 12 de aguas nacionales, la actividad del langostino es firme, según reportes del medio Pescare. La poca flota fresquera que logró operar muestra capturas estables y tallas comerciales destacadas (L1 y L2), con un recurso en muy buen estado biológico.

El problema, sin embargo, se agrava con un mercado internacional retraído, precios indefinidos y un aumento de la competencia desde Ecuador, donde el langostino de criadero (Vannamei) se vende a menor precio y desplaza al producto argentino.

Ante este panorama, las empresas propusieron inicialmente una reducción del 22% sobre la producción, como parte del llamado “sinceramiento de costos laborales”, lo que disparó el conflicto actual.

 

Caso Deseado: otra salida

En este contexto tenso, Puerto Deseado intenta encontrar una vía alternativa. Con la temporada de congelado paralizada, comenzaron a explorarse nuevos negocios, como la descarga de buques fresqueros.

Gracias a la reciente habilitación de una zona secundaria aduanera, los buques podrán descargar a menor costo en este puerto santacruceño. El diputado Santiago Aberastain destacó que los sindicatos portuarios han sido clave, mostrando una actitud negociadora y propositiva, muy diferente a lo que ocurre en la flota congeladora.

 

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