
Frente al impacto que provocó el freno de la temporada nacional del langostino, la provincia apuesta a transformar el perfil operativo de uno de sus principales puertos. Tras meses de gestión, el Gobierno de Santa Cruz anunció la obtención de la habilitación nacional para una Zona Secundaria Aduanera en el puerto de Puerto Deseado, lo que permitirá atraer buques fresqueros que operan con langostino fresco y descargar a menor costo, sin intervención directa de Aduana.
La noticia fue dada a conocer luego de una reunión encabezada por el gobernador Claudio Vidal en Puerto Deseado, con la participación de autoridades provinciales, municipales, portuarias y sindicatos.
Durante el encuentro, se reconoció que la temporada de langostino —habitualmente la principal fuente de actividad para el puerto— no despegó este año por causas ajenas a la gestión provincial: “caída del consumo global de langostino, el ingreso masivo de langostino de criadero desde Ecuador, y conflictos salariales en el sector pesquero”.
Frente a ese panorama, la alternativa más concreta fue posicionar a Puerto Deseado como una opción viable para descargar pescado fresco, un segmento que hasta ahora tenía como preferencia otros puertos como Caleta Paula.
“El objetivo fue siempre proyectar la imagen de un puerto ordenado, competitivo y sin conflictividad, listo para nuevos negocios logísticos y pesqueros”, afirmó el diputado Santiago Aberastain en declaraciones a LU14 Radio Provincia.
Resolución nacional y horizonte pesquero
Con la resolución de AFIP y Aduana que habilita la Zona Secundaria Aduanera, se equiparan las condiciones operativas con Caleta Olivia, permitiendo que los buques fresqueros descarguen sin pagar los sobrecostos aduaneros que rigen en zonas primarias.
A esto se suma un acuerdo alcanzado con los sindicatos portuarios, que establecieron una modalidad de trabajo clara y previsible para la descarga de pescado fresco, dando garantías a las empresas de que no habrá sorpresas ni conflictos en el proceso.
“La respuesta de los gremios fue muy positiva, con buena voluntad para acordar y adaptar la operatividad al nuevo contexto”, destacaron desde la mesa de gestión.
Con la infraestructura adaptada, una resolución nacional favorable y acuerdos sindicales vigentes, Puerto Deseado está listo para atraer un nuevo flujo de negocios, diversificando su matriz pesquera y reduciendo la dependencia del langostino congelado.