Se confirmó el cierre de Vialidad Nacional y el impacto en Santa Cruz ya genera alarma.

El Gobierno de Javier Milei oficializó este lunes el cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad, la Agencia de Seguridad Vial y la Comisión Nacional del Tránsito. La medida, parte de una política de recorte estatal más amplia, fue advertida con anticipación por gremios del sector, entre ellos el Sindicato de Trabajadores Viales de Santa Cruz, que ahora expresa su profunda preocupación por las consecuencias locales.

Jacqueline Bórquez, secretaria general del sindicato en la provincia, había alertado semanas atrás sobre esta posibilidad: “Hace un mes y medio visibilizamos esto que hoy está a punto de concretarse”, recordó en declaraciones a Radio Nuevo Día.

Con la confirmación del cierre, más de 160 trabajadores del Distrito 23 en Santa Cruz quedarían en una situación de incertidumbre laboral. Pero el gremio no solo advierte por los empleos: “No sólo perderíamos los puestos de trabajo, sino que se pondría en jaque la conectividad de toda la provincia”, remarcó Bórquez.

Según explicó, el vaciamiento comenzó con la eliminación del financiamiento proveniente del impuesto a los combustibles, que por ley debía destinarse al mantenimiento de rutas. “Desde que asumió este gobierno dejamos de recibir ese dinero. Hoy mis compañeros hacen lo que pueden con lo poco que hay”, afirmó.

Frente a la posibilidad de que las funciones pasen a Gendarmería Nacional, la dirigente fue crítica: “Ellos no están preparados para controlar rutas ni balanzas. Si hoy no pueden estar en Piedrabuena, ¿cómo van a hacerlo con toda la red nacional sobre sus hombros?”.

Bórquez también advirtió sobre las consecuencias del desmantelamiento en la vida cotidiana de las comunidades del interior: “Santa Cruz tiene miles de kilómetros de rutas. Si eso se pierde, no va a venir nadie a traernos alimentos. Vamos a pagar una fortuna por la papa, la carne o el gas”.

Respecto al clima entre los trabajadores, aseguró que hay preocupación y desánimo, y llamó a una reacción colectiva: “La gente se queja en redes, pero no sale a la calle. La lucha es colectiva, es en la calle donde hay que mostrar el descontento”.

Finalmente, cuestionó el rol de las concesiones privadas: “Nunca mantuvieron nada, solo cobraron. Hoy esas rutas las estamos sosteniendo nosotros, y gracias a eso se evita que haya más muertes”.

Fuente: Diario Nuevo Día