
En comisión, diputados y especialistas analizaron la propuesta que busca transformar el modelo energético de Chubut: autorizar asociaciones vecinales para instalar paneles solares, crear una autoridad de control y obligar al Estado a liderar con edificios públicos autosustentables. Sin embargo, persisten dudas sobre el financiamiento, la viabilidad técnica y la tarifa: hoy a un usuario se le reconoce apenas una décima parte de la energía que devuelve a la red. El desafío es que la transición energética no quede solo en un papel.
La discusión sobre la Nueva Ley de Energía Renovable en Chubut gira en torno a pasar de una ley “declarativa” a un régimen operativo y concreto que permita a más ciudadanos generar y vender energía limpia. Entre los puntos fuertes, destaca la posibilidad inédita de que vecinos se asocien para compartir medidores bidireccionales y reducir costos, algo imposible con la ley anterior.
Además, se propone:
Crear una autoridad de aplicación provincial.
Implementar un balance neto para computar la energía entregada y consumida.
Obligar al Estado provincial a incorporar energías renovables en sus edificios, “predicando con el ejemplo”.
Eximir de impuestos provinciales a quienes inviertan en este tipo de tecnología.
Sin embargo, surgieron críticas:
El alto costo inicial de los paneles solares sigue siendo inaccesible para familias trabajadoras.
La tarifa de compensación es “absolutamente inequitativa”: hoy se paga 10 veces más por lo que se consume que por lo que se inyecta.
No se contemplan subsidios directos ni créditos blandos suficientes para democratizar la instalación de paneles, como sí ocurre en provincias como Santa Fe o Córdoba.
Cada municipio debe reglamentar la ley: sin ordenanzas locales, la norma queda en letra muerta.
Se debatió además cómo reimpulsar la biomasa y la energía eólica como alternativas complementarias, sumando mano de obra local y prevención de incendios forestales.
El consenso en la comisión es que sin tarifas justas y financiamiento real, la transición energética no pasará de ser un buen deseo. Ahora queda en manos de los legisladores ajustar la letra fina y garantizar que la energía renovable sea realmente para todos en Chubut.