
En una reunión celebrada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), gobernadores de 21 jurisdicciones, junto a vicegobernadores y funcionarios del Gobierno Nacional, debatieron uno de los temas más candentes del federalismo fiscal argentino: el destino del dinero recaudado por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL).
Por parte del Ejecutivo Nacional participaron el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. La ausencia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue notoria, dado que se encontraba en Córdoba por otro compromiso.
El encuentro comenzó con una charla privada entre los gobernadores, en la que Raúl Jalil (Catamarca) y Sergio Ziliotto (La Pampa) compartieron detalles de sus conversaciones previas con Francos. Luego, los funcionarios nacionales se sumaron a la mesa para presentar la respuesta oficial de Nación.
Los mandatarios provinciales reclamaron la eliminación de los fondos fiduciarios que se financian con el ICL, establecidos por la Ley 23.966. Argumentan que estos recursos —provenientes del bolsillo de cada argentino cuando carga combustible— quedan concentrados en manos del Gobierno Nacional, sin control, sin impacto visible en el interior del país y, según sus palabras, en “estructuras opacas, corruptas e impresentables”.
La contrapropuesta de los gobernadores es clara: coparticipar ese dinero conforme al régimen vigente, lo que permitiría a cada provincia decidir en qué invertirlo, según sus necesidades: salud, educación, rutas, seguridad o energía.
“No estamos pidiendo plata nueva. Queremos discutir la distribución de algo que ya existe y que hoy se maneja sin transparencia”, aseguró uno de los gobernadores presentes.
Entre los asistentes estuvieron mandatarios de todos los signos políticos, entre ellos Axel Kicillof (Buenos Aires), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), entre otros.
También participaron vicegobernadores como Fabián Leguizamón (Santa Cruz), Teresita Madera (La Rioja), Alberto Bernis (Jujuy), Zulma Reina (Neuquén) y Silvana Schneider (Chaco).
Las únicas ausencias fueron las de los gobernadores Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Valdés (Corrientes).
La reunión en el CFI expone nuevamente las tensiones crecientes entre la Casa Rosada y las provincias, en un contexto en que las jurisdicciones reclaman más autonomía y recursos directos para sostener sus economías locales ante la caída de la obra pública y el ajuste nacional.
Desde las provincias, insisten en que coparticipar el ICL permitiría evitar intermediarios, fortalecer el federalismo y transparentar el uso de los recursos, algo que hoy —según los gobernadores— no ocurre.
"Queremos un verdadero federalismo fiscal, no seguir dependiendo de fondos discrecionales sin control ni impacto territorial", expresó un mandatario al cierre de la jornada.
La pelota ahora queda en manos del Ejecutivo Nacional. Las provincias, por su parte, han dejado clara su postura: el ICL debe regresar a quienes lo generan, para atender las urgencias y prioridades de sus pueblos.