
Copesky, quien se encuentra a pocos días de cumplir 19 años, compartió sus expectativas y su emotiva trayectoria en una entrevista exclusiva vía Zoom con Vanguardia Stream. El joven deportista destacó el orgullo que siente por representar a su país en una competencia de tal magnitud, un logro que corona años de esfuerzo y dedicación.
Un camino de sacrificio y apoyo familiar
Nacido en Caleta Olivia, Nacho comenzó a practicar básquet a los 6 o 7 años en la escuela municipal. A los 12, su talento lo llevó a Comodoro Rivadavia para unirse a Gimnasia y Esgrima, iniciando una rutina de viajes diarios de 160 kilómetros para entrenar. "Era una costumbre ir viajando todos los días, saliendo del colegio, estando toda la tarde y toda la noche en Comodoro y volviendo a Caleta a la 1 de la mañana", relató.
Este arduo camino fue posible gracias al incondicional apoyo de su familia. Nacho hizo especial hincapié en el rol de su padre, José Luis, quien a pesar de enfrentar problemas de salud, lo acompañó en cada viaje y entrenamiento. "Mi viejo se la bancó como si fuese un jugador más... sin él, hoy no estaría acá", afirmó visiblemente emocionado. También resaltó el apoyo de su madre, quien siempre lo ayudó con el colegio y las comidas, brindando la motivación necesaria para seguir adelante.
Del sueño de la Liga Nacional al Mundial Universitario
El básquet siempre fue más que un pasatiempo para Nacho. Uno de sus mayores sueños de niño era jugar en la Liga Nacional, un anhelo que se hizo realidad este año al integrar el equipo de la Siglo XXI, siendo el jugador más joven. "Cada vez que se va cumpliendo un sueño, vas teniendo más", expresó.
La oportunidad de los Juegos Mundiales Universitarios surgió tras una llamada del entrenador Juan Manuel Varas, de Regatas de Corrientes. "Me puse súper contento, era una oportunidad y una experiencia impresionante que quería aprovechar", comentó Copesky, quien ya recibió el comunicado oficial de su selección hace aproximadamente una semana.
El proceso de selección fue riguroso, con varios chicos preseleccionados. Finalmente, Copesky formó parte de los diez elegidos. La delegación concentrará en La Plata del 10 al 15 de julio, antes de emprender viaje hacia Alemania.
Mentalidad de campeón y el poder de la humildad
A sus casi 19 años, Nacho se muestra maduro y enfocado. La presión y la exigencia no son obstáculos, sino parte del camino hacia sus objetivos. "Hoy las exigencias no me molestan ni las tomo como presión. Es más que nada una meta, un objetivo que quiero conseguir", sostuvo. Esta mentalidad, combinada con la disciplina, lo impulsa a entrenar sin descanso, incluso cuatro veces al día si es necesario.
Al finalizar la entrevista, Nacho compartió la enseñanza más valiosa que le dejó su padre: "La humildad y que todos los sentimientos que a uno le nazcan o tenga siempre tienen que venir desde el corazón y que el amor siempre tiene que ser mutuo". Un mensaje que, sin duda, lo acompañará en su aventura internacional.
Desde Caleta Olivia, la comunidad envía a José Ignacio Copesky sus mejores deseos para los Juegos Mundiales Universitarios. Se espera con ansias su regreso para conocer los detalles de esta trascendental experiencia en Alemania.