Juez Bailaque renuncia tras escándalo: imputado en causas graves

El juez federal Marcelo Bailaque presentó este miércoles su renuncia irrevocable al cargo, en un intento por anticiparse a una segura destitución por parte del Consejo de la Magistratura.

Sobre el magistrado pesan tres causas por extorsión a empresarios, vínculos con el narcotráfico y manejo irregular de fondos públicos, además de una orden de prisión domiciliaria que podría hacerse efectiva apenas pierda sus fueros judiciales.

Las tres patas del escándalo

LA EXTORSIÓN A EMPRESARIOS

Bailaque está acusado de armar un expediente falso en la AFIP contra los empresarios Jorge Oneto y Claudio Iglesias para extorsionarlos con 200 mil dólares. Según el testimonio del exfuncionario Carlos Vaudagna (quien se presentó como arrepentido), la maniobra se planeó en el quincho del juez junto al empresario Fernando Whpei, amigo personal de Bailaque. Los empresarios terminaron pagando 160 mil dólares.

Además, el magistrado es investigado por entorpecer deliberadamente la causa contra el narcotraficante Esteban Alvarado, hoy condenado a prisión perpetua. Bailaque rechazó reiteradamente pedidos de escuchas telefónicas, pese a los informes de la Policía Aeroportuaria (PSA) que vinculaban a Alvarado con el crimen organizado. La conexión es aún más turbia: ambos compartían contador (Gabriel Mizzau), cuyo hijo trabajaba en el juzgado de Bailaque. Esto fue revelada en primera instancia por el periodista Germán De Los Santos y en el portal Letra P.

LOS MILLONES DE LA COOPERATIVA INTERVENIDA

La tercera causa lo involucra en el desvío de 1.000 millones de pesos de una cooperativa portuaria intervenida en Santa Fe. Bailaque habría autorizado que los fondos fueran manejados por una mutual ligada a Whpei, el mismo implicado en la extorsión.

Su pasado en Caleta Olivia

Bailaque comenzó su carrera en 1997 como juez de instrucción en Caleta Olivia, en pleno gobierno de Néstor Kirchner en Santa Cruz. Allí forjó una estrecha relación con Carlos Zannini, entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia provincial y luego brazo derecho de Cristina.

Fuentes judiciales federales aseguran que ese vínculo con Zannini fue clave para que en 2008 –con Cristina ya en la Presidencia– Bailaque fuera designado juez federal en Rosario, un cargo estratégico en la lucha contra el narcotráfico.

Ahora, el juez busca jubilarse bajo el régimen especial del sur, un beneficio que obtendría gracias a esos años en Santa Cruz.

Ahora la renuncia debe ser aceptada por el presidente Javier Milei. Si el gobierno la aprueba:
Bailaque perderá sus fueros y podría quedar efectivamente en prisión domiciliaria.
Se cerrará la causa por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura.
Pero se abrirá el camino para que avancen las otras tres causas penales.