
En un devastador accidente minero el 9 de abril de 2024, Daniel Ochoa (26) y la ingeniera Rosana Paola Ledesma (48) perdieron la vida por inhalación de gases tóxicos en la mina Cerro Negro de Newmont.
Gisela Ochoa, hermana de Daniel, habló con Radio Vanguardia para explicar cómo sigue el caso judicial.
Ochoa, al hablar del momento puntual del accidente, dijo que la empresa no informó a la sala de control sobre la inhabilitación del área, y los trabajadores carecían de equipo de seguridad esencial debido a la ausencia del encargado de suministros.
La familia de las víctimas, que busca "justicia y memoria", denuncia la “lentitud y falta de colaboración” de la empresa y el gremio, AOMA, el cual incluso fue rechazado como querellante por “su propia responsabilidad en no garantizar la seguridad de los empleados”.
La lucha de la familia logró la promulgación de una ley que establece el 9 de abril como el Día Provincial de Concientización en Seguridad Minera, buscando evitar futuras tragedias y mantener viva la memoria de Daniel y Roxana.
Gisela describió lo que para la familia y su abogado es la "cadena de responsabilidades”.
En principio, la familia acusa a la empresa Newomnt de no haber hecho "nada más que defenderse y contestar muy lentamente cada requerimiento del fiscal y de nuestros abogados", buscando “dilatar” el proceso legal, “y que la familia se canse”. “Ellos tienen mucha plata, son una multinacional, y nosotros somos dos familias”, graficó.
Un gerente de la empresa admitió tener una opinión sobre lo ocurrido pero que no podía decirla porque representaba a la empresa, lo que, para la familia, sugiere una priorización de la defensa corporativa sobre la verdad.
Cadena de responsabilidades
A su vez, la gente de Sala de Control no sabía que la zona donde ingresaron Daniel y Rosana estaba inhabilitada, a pesar de ser la encargada de otorgar permisos de acceso. Esto es considerado un error grave por la entrevistada.
Además, el pañolero, encargado de la entrega de elementos de protección personal (EPP), se ausentó de su lugar de trabajo entre las 2 de la tarde y las 6 de la tarde a pedido del Superintendente de Mina, dejando el puesto sin cubrir y sin que nadie entregara los EPP. Esta ausencia es una explicación directa de por qué los trabajadores no contaban con los elementos necesarios.
Y en esa cadena de responsabilidad, para Gisela Ochoa también está el gremio AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina). Al inicio, la familia no recibió "nada, nada cero" del gremio que supuestamente debería defender a los trabajadores.
Es más, la familia (Gisela, su madre, cuñada y amigos de Daniel) fueron bloqueadas de las redes sociales de AOMA Santa Cruz por comentar y pedir ayuda.
A pesar de que el propio Daniel era un miembro activo y colaborador del sindicato, el secretario general, Javier Castro, se comprometió a realizar acciones como, por ejemplo, una asamblea en el yacimiento (para que los compañeros pudieran votar nuevos delegados debido al descontento general con los actuales) y a ayudar con pasacalles, pero no cumplió con ninguna de sus promesas.
Comentó Gisella que, aunque AOMA se presentó como querellante en la causa (después de que la familia contactara al secretario general en la última Expo Minera), la fiscalía y el juez no los aceptaron porque también tienen un grado de responsabilidad en lo sucedido al no cumplir con velar por la seguridad de los empleados mineros.
En cuanto a la seguridad del trabajo, Gisela dijo que los delegados gremiales quizás "no cumplen o no transmiten las quejas de los empleados", lo que contribuye a un "círculo cerrado" donde no se abordan las cuestiones de seguridad.
Aún no se han recibido los resultados finales de la autopsia, y hay mucha gente importante que aún no ha declarado, añadió.
La familia enfatiza que no cree que haya sido una irresponsabilidad de Daniel y Rosana al entrar a un área inhabilitada de la mina. Gisela explicó que, aunque "en teoría" entraron a un lugar así y no tenían los checadores de gases ni el geolocalizador (TAC), hay explicaciones que deslindan su responsabilidad directa:
Por ejemplo, que existía una "costumbre" de la mina de pedir a los trabajadores que ingresaran a lugares sin los elementos de seguridad necesarios ("no pasa nada, entrá igual"), e incluso "sin casco". Si un trabajador se quejaba por estas condiciones, "te echan", lo que genera un ambiente de presión donde las quejas no se transmiten.
Además comentó que Rosana misma fue una de las creadoras del equipo de rescate minero y Daniel participó en él, lo que indica el conocimiento y compromiso con la seguridad que tenían, haciendo poco probable que hubieran actuado irresponsablemente por voluntad propia. Ellos no habrían pasado por un lugar sin autorización, comentó Gisela.
En resumen, la familia subrayó que no se trata de una irresponsabilidad individual de las víctimas, sino de una cadena de fallas sistémicas, de procedimientos, de supervisión y de cumplimiento de las obligaciones por parte de la empresa y del gremio. Gisela sintetizó que se busca que se reconozca que "hay muchos culpables" y que esto "no puede volver a pasar".