
Sanz reveló que su compromiso con la seguridad vial nace de una tragedia personal: el asesinato de su propio hijo en manos de un "delincuente vial". "Esa tragedia fue la que orientó este inicio de camino, el cual me llevó a la universidad, a la seguridad vial, luego a la función pública", explicó. Su experiencia personal la impulsa a trabajar incansablemente desde la Subsecretaría de Seguridad Vial, sin dejar de lado su rol social en Estrellas Amarillas, donde busca "aliviar un poquito el dolor que nos une a todos".
La Subsecretaria recordó casos resonantes en la provincia, como el de Julia Casas en Caleta Olivia, atropellada por un conductor con más de 2.3 gramos de alcohol en sangre, y el de Brianna Matulich en Río Gallegos. En estos casos, al igual que en muchos otros, la falta de una justicia plena agrava el dolor de las víctimas. "Cada vez que se trata la muerte de un hijo no hay pena que alcance, uno siente que no hay nada, no puede aliviar", afirmó Sanz, enfatizando la desesperación de las familias ante la impunidad.
Alcohol al volante
Uno de los puntos clave de la conversación giró en torno a la percepción de los siniestros viales. Sanz fue enfática al denunciar que no se puede hablar de "accidentes" cuando hay alcohol involucrado. "Vos elegiste y tomaste la decisión de consumir alcohol sabiendo el daño que ocasiona", sostuvo. La Subsecretaria resaltó la lucha nacional por la "tolerancia cero" de alcohol al volante y criticó a quienes, desde el ámbito judicial, siguen tratando estos casos como "homicidio culposo como si fuera un accidente", a pesar de que la ley considera la ingesta de alcohol como un agravante.
Sanz subrayó que, aunque se requieren cambios en la normativa, es fundamental que las leyes existentes se apliquen con firmeza. "Si hoy no hay modificaciones en la normativa, igual se pueden cambiar las cosas, se pueden aplicando lo que hay y no lo hacen", lamentó, sugiriendo una posible falta de "coraje para condenar".
Controversia por la nueva Licencia de Conducir Nacional
La conversación también abordó la reciente reunión de la Subsecretaría con transportistas en El Calafate, generada por las modificaciones a la ley nacional de tránsito y el otorgamiento de licencias. Sanz explicó que un decreto presidencial ha impuesto la virtualidad en el sistema de licencias a nivel nacional, lo que ha generado un "gran conflicto" debido a la falta de herramientas y recursos para su implementación.
Anteriormente, los conductores profesionales utilizaban una Licencia Interjurisdiccional (LIPI), que hoy se ha transformado en un requisito para todas las licencias profesionales. Esto obliga a los transportistas a realizar trámites y psicofísicos en prestadores privados que no están disponibles en todas las localidades, generando altos costos y dejando a personas sin poder trabajar.
"Quienes están tratando de implementarlo no comprenden el alcance del desmadre que hicieron en el sistema nacional de licencias", afirmó Sanz, criticando la "caprichosa manera de imponerlo" sin tener las herramientas informáticas y técnicas adecuadas. "Hoy no estamos preparados en todo el país", sentenció la Subsecretaria, haciendo un llamado a las autoridades nacionales a reflexionar sobre las consecuencias de estas decisiones.