No dejan ingresar a trabajadores: Desocupados de Barillari realizan medidas de fuerza

Adrián, uno de los voceros del grupo, expresó la profunda frustración que embarga a los desocupados. "Asumieron una responsabilidad y compromiso por parte del intendente Pablo Carrizo, y hace tres meses y dos semanas que no tenemos novedades", sentenció Adrián ante los micrófonos del móvil de exteriores de Radio Vanguardia. La bronca es palpable, y el sentimiento generalizado es de haber sido objeto de una "tomada de pelo".

La indignación se profundiza al recordar que, como parte de las promesas, se les entregó indumentaria de trabajo. "Nos dieron la ropa y están jugando con nosotros, con nuestra necesidad. Nos dan ropa, nos ilusionan y hoy a tres meses no tenemos novedades", lamentó Adrián. Esta acción, que para los desocupados significó una señal concreta de un futuro empleo, se ha convertido en un símbolo de la promesa incumplida y la burla a su situación.

"Somos 20 personas desocupadas. Hacemos responsable a Carrizo, él asumió la responsabilidad y compromiso", enfatizó Adrián, señalando directamente al intendente como el principal responsable de la falta de soluciones. "Carrizo no ha cumplido su palabra. Nosotros tenemos familias atrás", añadió, visibilizando la difícil situación económica y social que atraviesan las veinte familias afectadas.

Desde el amanecer, los manifestantes se mantienen firmes en su postura. "Estamos desde las 7 de la mañana y vamos a seguir, si hay que endurecer las medidas lo haremos hasta que venga quien corresponda", advirtieron, dejando en claro su determinación. La exigencia principal es la presencia del propio intendente Carrizo. "Queremos que venga Carrizo y dé la cara", clamaron.

En un gesto que busca presionar sin generar confrontación interna, los desocupados han impedido el ingreso de personal a las instalaciones. "No dejamos que ingrese nadie. No queremos el conflicto con nuestros compañeros, pero queremos que sean justos con nosotros", aclaró Adrián, subrayando que su reclamo es hacia la cúpula municipal y no hacia los trabajadores.