
Uno de los principales desafíos es la acumulación de hielo en cables y estructuras de soporte. Las bajas temperaturas provocan que los cables se endurezcan, y sus cubiertas aislantes, diseñadas para protegerlos, tienden a deteriorarse o desprenderse. Estos materiales, al estar expuestos a temperaturas bajo cero, se vuelven rígidos y quebradizos, perdiendo su elasticidad. Esto compromete seriamente su integridad mecánica y funcional, aumentando el riesgo de fallas.
Asimismo, las líneas eléctricas pueden cubrirse fácilmente de nieve y hielo. Cuando el peso acumulado supera la capacidad de carga del cable, esto puede resultar en la rotura del mismo o el colapso de los postes de soporte. Estas situaciones a menudo derivan en cortes de suministro debido a la activación de los sistemas de protección de la red.
Fenómeno "galloping" y medidas de seguridad
En condiciones más extremas, se puede presentar un fenómeno conocido como "galloping". Este consiste en una oscilación de baja frecuencia y gran amplitud en las líneas eléctricas, inducida por vientos fuertes y constantes. La formación de hielo en los conductores intensifica este fenómeno, incrementando notablemente el riesgo de fallas estructurales y comprometiendo la estabilidad de todo el sistema de transmisión eléctrica.
Ante la posibilidad de estos incidentes, Servicios Públicos reitera la importancia de la prevención y la seguridad. Si se observan cables caídos o estructuras dañadas, se solicita enfáticamente a la población no tocarlos y comunicarse de inmediato con la guardia de su distrito para evitar accidentes. Los contactos para emergencias se encuentran disponibles en la página web de SPSE: https://spse.ar/contactos.
SPSE hace un llamado a la comunidad a tomar precauciones y estar atenta a cualquier anomalía en la infraestructura eléctrica durante los meses invernales, colaborando así en la prevención de riesgos y el mantenimiento del servicio.