El mandatario consideró que este sistema representa un privilegio insostenible en el contexto económico de la provincia y que es momento de poner fin a los “beneficios que la sociedad no entiende ni acompaña”.
“Vamos a terminar con el sistema de jubilaciones de privilegio de los miembros del Tribunal Superior de Justicia”, sentenció Vidal, quien remarcó que su administración tiene un compromiso claro con la equidad y la buena administración de los recursos públicos. “Las futuras jubilaciones del TSJ no pueden seguir siendo una isla dentro de la realidad de Santa Cruz”, afirmó.
Según datos oficiales, existe una marcada brecha entre los haberes que perciben los jueces del máximo tribunal y los salarios de trabajadores de otros poderes del Estado, municipios y comisiones de fomento. “No hay fundamentos objetivos que justifiquen esa diferencia, y eso nos obliga a actuar con responsabilidad”, explicó el gobernador.
Además del régimen jubilatorio, Vidal apuntó contra prácticas que comprometen el funcionamiento del Poder Judicial. “Hemos recibido denuncias sobre contrataciones por parentesco, amistad o vínculos políticos con la gestión anterior. No podemos permitir que la justicia se convierta en un aguantadero de ñoquis”, sostuvo, en línea con planteos recientes de la Asociación Gremial de Trabajadores Judiciales.
El mandatario también se refirió al Consejo de la Magistratura, órgano clave para la selección de jueces, denunciando la falta de mecanismos abiertos y meritocráticos en sus procesos. “Esa falta de transparencia atenta contra la confianza ciudadana en el sistema judicial”, remarcó.
“La justicia debe ser accesible, eficiente y estar integrada por personas idóneas. No puede haber privilegios en un Estado que se pretende justo”, concluyó Vidal, al tiempo que anticipó que se impulsarán medidas para democratizar y transparentar el acceso a la carrera judicial en Santa Cruz".