
La situación, lejos de resolverse, se agrava con la llegada del frío extremo en la zona norte de Santa Cruz.
“Vamos a decir buen día, aunque no es tan bueno”, expresó una de las docentes al iniciar su testimonio, marcando el tono de malestar que atraviesa a la comunidad educativa. “Hace casi tres semanas que estamos sin clases por la calefacción. Se han hecho los reclamos formales, se siguieron todos los protocolos del Consejo Provincial de Educación, pero no hay respuestas concretas”, denunció.
Desde el equipo docente indicaron que el problema no es nuevo: ya el año pasado hubo fallas constantes, y los arreglos realizados en lo que va del ciclo lectivo han sido, según describieron, “parches” que no duran ni 24 horas. “La última vez arreglaron a la mañana y a la tarde ya no funcionaba de nuevo. Así no se puede sostener una escuela”, reclamaron.
La protesta fue acompañada por padres y madres, quienes convocaron un “frazadazo” simbólico para visibilizar la situación. Desde el viernes pasado las clases están suspendidas “hasta nuevo aviso”, decisión tomada por el equipo de gestión ante la imposibilidad de garantizar condiciones mínimas de habitabilidad para alumnos y docentes.
“Queremos trabajar, queremos que los chicos estén en la escuela, pero no podemos traerlos a pasar frío. Nosotras también nos estamos enfermando”, lamentó otra docente, visiblemente afectada por el frío.
Desde ADOSAC denunciaron que la situación de la Escuela 43 no es aislada. “Estuvimos en la Escuela 36, el Jardín 52, la Escuela 69, la 14, la 11, el Secundario 22, la ECO 10. Hay muchas instituciones en Caleta Olivia que están en condiciones similares. En algunas se colocaron calderas nuevas, pero siguen sin clases porque no funcionan o no se completaron los trabajos”, señaló una de las referentes gremiales.