viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº2354

Provinciales | 14 may 2025

Proyecto

Caleta Olivia apuesta al avistaje de ballenas sei para impulsar su turismo

Caleta Olivia se ha consolidado como un destino clave para el avistaje de ballenas, especialmente de la ballena sei. Este fenómeno ocurre principalmente durante el verano y el otoño, aunque se pueden observar ballenas durante todo el año. La ciudad ofrece facilidades para el avistaje desde la costa, y se están desarrollando proyectos para habilitar embarcaciones que permitan acercarse aún más a estos cetáceos.



Lo que para muchos podría sonar a una exageración turística, para los habitantes de Caleta Olivia es una realidad cotidiana y asombrosa: las ballenas se dejan ver, a metros de la costa. Lejos de ser un mito, la presencia constante de estos majestuosos cetáceos, especialmente la ballena sei, ha convertido a esta ciudad patagónica en un punto de interés científico y turístico de relevancia mundial.

Las declaraciones del subsecretario de Turismo de la provincia de Santa Cruz, quien mencionaba el avistaje de ballenas durante los paseos costeros, encontraron eco y respaldo en la voz autorizada del licenciado César Gribaudo. En diálogo con el programa “Qué” (Radio Vanguardia), Gribaudo, referente en el estudio y conservación del patrimonio natural local, confirmó que Caleta Olivia ofrece avistaje de cetáceos durante todo el año, con la presencia asegurada de ballenas sei durante seis meses, entre fines de diciembre y principios de junio.

"Es algo que experimentamos quienes caminamos por la costanera", afirmó Gribaudo. "Cuando nos encontramos con otros conocedores, lo primero que decimos es: '¡Mirá, hay ballenas!'". Esta naturalidad con la que los caletenses viven la presencia de estos gigantes marinos contrasta con el desconocimiento que aún persiste en algunos ámbitos.

Gracias al trabajo de investigación de entidades como Patagonia Red Global, se ha difundido la riqueza natural de la zona. Los videos que muestran ballenas muy cerca de la costa son una prueba irrefutable de este fenómeno único. "La colonia más importante de ballena sei a nivel costero en el mundo está acá, en el Golfo San Jorge, frente a Caleta Olivia", enfatizó el licenciado Gribaudo.

Esta particularidad ha atraído la atención de científicos internacionales. Anécdotas de investigadores brasileños obnubilados ante tal espectáculo natural, denominando a la zona como "Seia Seilandia" (la tierra de las ballenas sei), dan cuenta del valor excepcional de este ecosistema.

Un potencial turístico inexplorado

A pesar de esta riqueza natural innegable, Caleta Olivia aún enfrenta desafíos para consolidar un turismo de avistaje de ballenas organizado. Si bien la ciudad se autodenomina con orgullo como "la ciudad de las ballenas" en su comunicación institucional, la habilitación para realizar excursiones embarcadas se ha demorado por cerca de cinco años.

"Hay gente que está esperando las habilitaciones para poder poner embarcaciones, como existen en Puerto Madryn o en Ushuaia", explicó Gribaudo, señalando el potencial dinamizador que esta actividad podría tener para la economía local. "En Madryn, la ballena dinamiza toda la ciudad. Nosotros las tenemos a 3 kilómetros del centro. ¡En Madryn hay que viajar 110 kilómetros para embarcarse!"

El desarrollo del avistaje de ballenas no solo impulsaría la creación de empresas de excursiones, sino que también beneficiaría a otros sectores como la gastronomía, la hotelería, el comercio local e incluso emprendimientos artesanales.

Un legado de conservación con proyección de futuro

El descubrimiento y la puesta en valor de este patrimonio natural no son producto de la casualidad. Gribaudo destacó que desde 1984, tanto a nivel provincial como municipal, se ha desarrollado una política de patrimonio que busca la conservación y proyección de los recursos naturales y culturales. Ordenanzas vigentes en Caleta Olivia dan cuenta de esta visión a largo plazo, donde la educación y el turismo son herramientas clave para que la comunidad conozca y valore su entorno.

Estudios sobre la interacción de las ballenas con el tráfico de embarcaciones ya se han realizado, allanando el camino para un desarrollo turístico sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Incluso, la organización Mission Blue ha declarado a la zona como "punto de esperanza" para ballenas y delfines, reconociendo su importancia a nivel global.

La educación como pilar fundamental

Vecinos de Caleta Olivia han expresado la necesidad de una mayor educación ambiental para que la comunidad comprenda y valore la riqueza que los rodea. Los efectos colaterales positivos del turismo ya se vislumbran, con consultas sobre alquiler de bicicletas y el interés por explorar otros atractivos naturales como la estepa y la fauna terrestre.

Sin embargo, también se señala la falta de atención y gestión en otros puntos de interés, como la lobería de lobos marinos, que presenta problemas de limpieza y falta de infraestructura adecuada para el turismo.

Oportunidad para crecer

La presencia masiva y cercana de ballenas en Caleta Olivia representa una oportunidad única para el desarrollo económico y turístico de la región. Sin embargo, es fundamental que las autoridades provinciales y municipales trabajen en conjunto para agilizar las habilitaciones y promover un turismo responsable y sostenible.

El impacto trascenderá el simple paseo marítimo, dinamizando toda la economía local y consolidando a Caleta Olivia como un destino patagónico imperdible.

Ballena Sei

La zona elegida por estos cetáceos es el área que abarca unos 35 kilómetros mar adentro desde Pico Salamanca hasta aproximadamente 50 kilómetros al sur de Caleta Olivia.

La ballena sei (Balaenoptera borealis) es el tercer rorcual más grande del mundo después de la azul y del rorcual común. Está en peligro de extinción, según el último informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) existen solo 50.000 ejemplares de esta especie en todo el mundo. Durante casi 100 años su población se redujo como consecuencia de la caza intensiva. Desde hace unos años, gracias a la prohibición de la caza, las poblaciones de ballena sei comenzaron a recuperarse y, como consecuencia, podemos volver a verlas en la zona.

Gracias al avance en las investigaciones, que incluyen censos aéreos, sabemos que las ballenas sei comienzan a llegar a la zona a fines de octubre y permanecen alrededor de seis meses. Abril y mayo son meses de mayor abundancia, por eso estos meses comienzan a ser considerados temporada de ballenas y es posible que en un futuro sea el mejor momento para realizar avistajes embarcados.

La ballena sei es una especie de mar adentro por lo que es muy excepcional el acercamiento a la costa que se produce en el golfo.

 

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