
Alejandro Lezano, trabajador municipal de Los Antiguos, perdió una pierna tras un accidente laboral ocurrido el 23 de abril mientras cumplía funciones con un camión que, según denuncia, no estaba en condiciones de operar.
En diálogo con La Vanguardia Noticias, compartió su testimonio desde el Hospital Zonal de Caleta Olivia, donde se recupera luego de dos operaciones y se prepara para iniciar su rehabilitación en Buenos Aires.
"Ya me dieron el alta, por suerte, dentro de poco me voy para Buenos Aires a empezar la rehabilitación", expresó con serenidad ante el móvil de Radio Vanguardia, aunque sin ocultar el dolor emocional que atraviesa. A Alejandro le amputaron una pierna, pero insiste en visibilizar no solo su situación, sino la de sus compañeros, Nicolás Leal y Franco, quienes también estuvieron presentes en el accidente.
“Mis compañeros vieron todo. Tuvieron que cargarme, llevarme al hospital. Ellos están destruidos psicológicamente. El municipio solo les dio una sesión con un psicólogo. Nada más. Eso no alcanza. Nadie los está asistiendo y quiero que los ayuden”, reclamó con firmeza.
Lezano contó que el accidente ocurrió mientras trabajaban con un camión volcador, en reemplazo del recolector, que estaba fuera de servicio. "No nos obligaron con un arma, pero si no cumplís con tu trabajo, te sancionan o te cambian de área", explicó, detallando que hay antecedentes de otros compañeros en situaciones similares de presión laboral.
Respecto al hecho, relató que iba parado en la puerta del conductor, sosteniéndose del espejo. Al doblar una esquina, resbaló y cayó, siendo aplastado por la rueda delantera del camión. “Nunca perdí la conciencia. Me levanté, saltando, subí al camión con ayuda y vi cómo tenía el pie destrozado. Yo ya sabía que me lo iban a amputar”, recordó.
Durante la entrevista, también apuntó contra el secretario general de ATE Los Antiguos, Fernando Méndez, quien —según Alejandro— salió a hablar públicamente sin conocer su situación real.
“Dijo que no tenía obra social, que no tenía ART. No sabe ni cuántos años llevo trabajando, porque dice que no tiene acceso a mi legajo. La Municipalidad me está asistiendo. Y encima él usa mi caso para hacer presión política a la intendenta. Nunca se acercó a ver si necesitaba algo, ni siquiera vino a hablar con mi familia. A él ni lo conozco. Solo apareció cuando necesitaba votos para las elecciones”.
Lezano destacó que aún debe enfrentar meses de rehabilitación lejos de sus hijos y su esposa, y expresó que su vida cambió para siempre. “Mi trabajo era correr. Ya no voy a poder volver a hacer eso. Pero no quiero que esto se trate solo de mí. Quiero que se sepa todo lo que está pasando con los que siguen allá, sin contención, sin ayuda.”
Su mensaje es claro: no quiere lástima, sino justicia y responsabilidad. Porque detrás de cada accidente laboral hay decisiones previas —y muchas veces evitables— que pueden costar una vida, o como en su caso, un pie.