
A través de una carta abierta, Rafaela Santillán, comerciante con más de 23 años de actividad en el centro de Caleta Olivia, expresó públicamente su “profunda preocupación por la situación actual que atraviesa nuestro sector”.
“Durante estas décadas hemos superado crisis económicas locales, provinciales y nacionales, pero por primera vez me encuentro considerando la posibilidad de cerrar las persianas. Y eso no sólo me duele a mí como comerciante, sino que debería preocuparnos como comunidad”, expresó Santillán.
Según plantea, la zona céntrica, históricamente activa y dinámica, se encuentra cada vez más desierta. La disminución del tránsito peatonal en las arterias principales generó una fuerte baja en las ventas. “Nuestro comercio local sostiene una parte significativa del empleo caletense, tanto de propietarios como de empleados, todos ellos vecinos y vecinas que forman parte de nuestra ciudad. Si el comercio cae, cae con él una red de trabajo y sustento para muchas familias”, advierte.
En ese contexto, también se refirió al cobro de estacionamiento recientemente implementado. “No estoy en contra de la medida en sí, pero sí cuestiono su oportunidad y forma de ejecución. En un momento donde los costos fijos se disparan —tarifas de luz, gas, alquileres, impuestos municipales—, donde las ventas caen por la pérdida del poder adquisitivo de los vecinos, aplicar una medida que desalienta aún más la circulación en el centro solo agrava la crisis”, indicó.
Además, criticó que el sistema fue implementado sin información suficiente, sin señalización clara, sin una campaña de concientización, y con la amenaza de sanciones que hacen que “muchas personas prefieran no estacionar ni acercarse”.
También cuestionó que se cobre estacionamiento incluso en calles alejadas del núcleo comercial, en condiciones urbanas que, según afirmó, distan mucho de ser óptimas. “Compararnos con ciudades vecinas donde hay más población, otra realidad económica y centros comerciales bien desarrollados no resulta justo ni realista”, sostuvo.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades municipales: “Pido que escuchen a los comerciantes. Queremos ser parte del crecimiento de la ciudad, pero también necesitamos acompañamiento, empatía y decisiones consensuadas. Mantener vivo nuestro centro comercial es mantener viva la identidad y el trabajo de Caleta Olivia”.