
El mandatario hizo especial hincapié en que su gestión logró frenar una práctica histórica que dejaba a las provincias con pasivos ambientales y económicos: “No permitimos que la operadora petrolera más grande del país, y una de las más importantes del mundo, se fuera y que ceda los pasivos a la provincia o a las nuevas concesionarias. Eso era lo común: se llevaban los mejores años de producción y abandonaban los pasivos”.
En un tono enfático, Vidal también cuestionó el modelo histórico de concentración de áreas petroleras en manos de una sola operadora: “Está mal, está mal y estuvo siempre muy mal que todas nuestras áreas petroleras se le den a uno solo. Yo no sé por qué. La verdad que no sé por qué. Nunca entendí el por qué. Y lo cuestioné muchas veces: como secretario general, como diputado nacional. Hoy lo cuestiono como gobernador y tomo cartas en el asunto”.
Y agregó: “Estoy preocupado, pero me ocupo. Y tomamos una decisión muy clara. Las nuevas concesionarias son las que tienen que operar los yacimientos de YPF. No puede quedar nunca más una sola operadora con todos los yacimientos”.
Consultado sobre las expectativas en torno al yacimiento no convencional de Palermo Aike, Vidal fue claro: “Sigue habiendo muchas expectativas. El pozo que se perforó tuvo un costo de más de 80 millones de dólares. Algo similar pasó en Vaca Muerta, donde para desarrollar la producción demoramos unos diez años”.
No obstante, marcó una diferencia importante: “Palermo Aike tiene que obtener buenos resultados en mucho menos tiempo y con menos inversión. Por suerte, en la Argentina ya hay capacidad operativa, gente preparada, equipos preparados. Faltan las inversiones”.
Vidal también fue crítico con el modo en que se otorgaron las concesiones de exploración: “Si me hubiese tocado a mí tomar esa decisión, hubiese sido mucho más exigente y me hubiese asegurado que las inversiones se den ahora y no dentro de 10 o 15 años”.