
En una entrevista con el programa “QUÉ Noticias & Stream”, Gabriel “Faty” Oliva, dirigente de Encuentro Ciudadano y exlegislador provincial, ofreció una mirada política sobre el actual escenario de Santa Cruz, atravesado por tensiones económicas, disputas partidarias y una búsqueda de renovación en la conducción del Estado. Aunque subrayó que su partido forma parte del oficialismo, reivindicó el rol de una crítica interna activa como herramienta fundamental para consolidar una gestión con vocación transformadora.
“Nosotros no somos oposición, somos parte del gobierno, pero también es clave mantener una discusión política sobre lo que pasa”, remarcó Oliva, al tiempo que aclaró que Encuentro Ciudadano sigue funcionando como fuerza orgánica dentro del frente Por Santa Cruz, con posicionamientos públicos diferenciados en temas como el presentismo docente, la caja de servicios sociales o el presupuesto universitario.
Según Oliva, la situación que atraviesa Santa Cruz es “una tormenta perfecta”, con problemas estructurales que se superponen: la retirada de YPF y la crisis del petróleo convencional, el freno en las obras de las represas por el conflicto geopolítico con China, la parálisis de YCRT y un sector turístico y pesquero en dificultades. Frente a este panorama, consideró que “apostar por un cambio y esperar resultados inmediatos no es realista”.
Sobre la UCR y su reconfiguración interna, evitó hacer valoraciones sobre disputas específicas, pero destacó la importancia del acercamiento de un sector radical a Por Santa Cruz. “Fue una decisión valiente, coincidieron con nuestra idea de que la responsabilidad política es con los santacruceños, no con estructuras partidarias agotadas”, afirmó. En ese sentido, recordó que varios intendentes que hoy gobiernan bajo el sello radical llegaron a través de sublemas de Encuentro Ciudadano, lo que consolidó una relación estrecha con ese espacio.
Consultado por el futuro de YCRT, Oliva sostuvo que hay una posibilidad concreta de reconversión si se logra la inversión necesaria —estimada en 30 millones de dólares— para poner en funcionamiento la usina termoeléctrica. “La presentación del interventor Pablo Gordillo en el frente despejó muchas dudas. Si se logra activar uno de los módulos de 240 MW, se podrían cubrir los costos operativos. Nosotros apostamos a esa transformación”, aseguró.
Finalmente, de cara a las elecciones legislativas de medio término, remarcó la necesidad de mejorar la vida interna del frente político y fortalecer el diálogo con otras fuerzas. “Estamos en un momento bisagra. Es importante sostener la iniciativa política, pero también construir colectivamente una alternativa que supere el encierro político de los últimos 30 años. Eso no se logra sin debate ni renovación generacional”, concluyó.