Publicamos en nuestra web un dato que encendió las alarmas: construir una casa tipo en la Argentina hoy puede superar los 138 millones de pesos, según un informe del Colegio de Arquitectos de Córdoba. Se trata de una vivienda de 130 metros cuadrados, con tres dormitorios, baño, cocina, comedor y garaje. A partir de esa publicación, las consultas y los comentarios se multiplicaron.
“Una casa de 130 m² ya no es una meta accesible”
Franco Berrocal, presidente de la Asociación de Arquitectos de la Zona Norte de Santa Cruz, fue claro:
“Ese tipo de vivienda hoy cuesta prácticamente el doble de lo que se necesita para una casa más chica, de 60 m², que puede cubrir muchas necesidades básicas de una familia tipo.”
Los números son contundentes. El costo del metro cuadrado construido, según el informe que circula, alcanza los $1.060.000 en promedio. Pero en Caleta Olivia, según Berrocal, ese valor oscila entre los $800.000 y $1.000.000, dependiendo de la calidad de materiales, ubicación y tipo de obra.
Tres formas de construir y tres presupuestos diferentes
En Caleta Olivia, los arquitectos advierten que conviven “varios universos” de construcción, cada uno con sus propias reglas y costos:
Autoconstrucción con albañiles, sin proyecto profesional.
Proyecto con arquitecto, técnico o ingeniero, con asesoramiento y planificación técnica.
Obra integral con empresa, que incluye materiales, dirección técnica y ejecución.
“No es lo mismo tener un plano adaptado a tus necesidades que hacer algo genérico. Un proyecto profesional puede parecer más caro al principio, pero es una inversión que evita errores y ahorra plata en el futuro”, remarca Berrocal.
El mito del precio fijo: qué encarece realmente una obra
Franco Fuenzalida, también integrante de la Asociación, explicó que lo que más impacta en el precio no es la estructura, sino las terminaciones:
Piso cerámico vs. porcelanato.
Grifería estándar vs. de diseño.
Revestimientos, aberturas, sistemas eléctricos.
“Entre una opción básica y una de gama media o alta puede haber hasta 300.000 o 400.000 pesos de diferencia solo en terminaciones. Por eso el precio por metro cuadrado es siempre un promedio estimado”.
¿Dónde vas a construir? La ubicación también cuesta
Construir en zonas cercanas a la costa implica mayores exigencias técnicas por la presencia del salitre y la humedad. Eso puede influir en el tipo de materiales y en los costos de mantenimiento a largo plazo.
El asesoramiento y la prevención en los materiales es importante. “No se trata de un gasto extra, sino de una inversión para evitar problemas graves en el futuro”, aclaran los profesionales.
¿Por dónde empezar si querés construir?
Ubicación y terreno: verificar si es plano o en pendiente, y si requiere movimiento de suelo (el famoso “relleno”, que puede ser muy costoso).
Estudio de suelo: para saber qué tipo de fundación necesita la casa.
Proyecto a medida: según el tamaño familiar, presupuesto y posibilidades de crecimiento. “Mucha gente viene a consultar después de haber comprado el terreno, pero lo ideal es que el asesoramiento profesional empiece antes, incluso para elegir bien la ubicación”, dice Berrocal.
La primera pregunta siempre es la misma: ¿cuánto cuesta?
Y la respuesta no es tan simple. Pero si estás empezando a planificar tu casa en Caleta Olivia, el valor estimado ronda los $900.000 por metro cuadrado en promedio. Para una vivienda básica de 70 m², eso implica una inversión cercana a 63 millones de pesos, sin contar terminaciones de lujo.
Consultar no cuesta, equivocarse sí
La principal recomendación que dejaron los arquitectos fue clara: consultar con profesionales desde el principio. No solo para construir, también para comprar un terreno, proyectar una ampliación o resolver dudas.
“No vas a invertir los ahorros de tu vida sin tener certezas. Y esas certezas te las da un profesional”, concluye Franco Fuenzalida.
Conclusión: En un contexto donde el bolsillo aprieta y el costo de construir crece mes a mes, la planificación y el asesoramiento profesional son las únicas herramientas reales para no perder dinero ni tiempo. El sueño de la casa propia sigue vivo, pero necesita más cabeza que corazón.
