Familiares exigen prisión domiciliaria para el militante del PO, Jonathan Casas por razones de salud

La solicitud de prisión domiciliaria se fundamenta en el delicado estado de salud de Casas, quien es insulino dependiente y padece diabetes tipo 1. Familiares y allegados temen por su bienestar en el ámbito carcelario, donde no se garantizarían los cuidados médicos específicos que su condición requiere.

Néstor Barría, a cargo del móvil de exteriores, en comunicación directa, presentó a Norma, quien acompaña de cerca la situación de Casas. "Estamos pidiendo que le den la prisión domiciliaria por su cuestión de salud. Una comisaría o la alcaidía no es un hospital, no es donde van a estar pendientes de si tiene la insulina o no la tiene, si la tomó a horario o no la tomó", explicó Norma, enfatizando que un coma diabético podría generar daños irreversibles en sus órganos.

La defensa ya ha presentado un pedido de prisión domiciliaria, el cual fue denegado. Ante esta situación, se realizará una nueva convocatoria para el jueves a las 12 del mediodía frente a la Cámara de Apelaciones, sumándose al llamado realizado por el Polo Obrero. Norma anunció que se presentarán incluso pedidos de derechos humanos de nivel nacional e internacional para respaldar la solicitud.

Se puso en contexto que el hecho por el cual Casas fue condenado ocurrió en 2017. Familiares y amigos aseguran que desde entonces, su vida dio un giro, mostrando una conducta intachable y asumiendo responsabilidades, incluyendo la de su hija. Consideran que la justicia llegó tarde y ahora buscan evitar que su salud se deteriore aún más en prisión. Actualmente, Casas se encuentra detenido en la Alcaidía, tras haber estado previamente en la Tercera.

Norma denunció que en ocasiones Casas no recibe la insulina a tiempo o se le termina, debiendo recurrir a su pareja para conseguirla, a pesar de ser una medicación vital que el sistema penitenciario debería garantizar.

Posteriormente, el móvil se comunicó con Guadalupe Martínez, pareja de Jonathan Casas, quien agradeció el apoyo recibido y se sumó al llamado a las organizaciones sociales para que se unan al pedido de prisión domiciliaria.

Guadalupe relató el cambio de vida de Jonathan desde 2019, cuando comenzó a organizarse en el Polo Obrero, contrastando con su pasado. Destacó su rol como tutor de su hija de cuatro años en el jardín, un testimonio de su transformación.

Finalmente, reiteró la convocatoria para el jueves frente a la Cámara de Apelaciones, sumando el pedido de la defensa a las adhesiones de organizaciones de derechos humanos y sociales. "No es una cuestión de capricho, sino que es totalmente humanitario. Por más que lo cambien en Río Gallegos a donde esté, nosotros sabemos cómo está el sistema de salud para cualquiera de nosotros. Él ya estuvo 20 veces internado", concluyeron sus familiares.