
Leguizamón, una de las voces más buscadas tras el encuentro partidario, contextualizó la situación recordando la fractura generada en la anterior convención en Puerto Deseado, marcada por la ruptura con el sector del "costismo". En este escenario, y con la intención de que el radicalismo se sumara al gobierno provincial –algo que consideraba "histórico" tras años de oposición al kirchnerismo–, su sector buscó establecer reglas claras para la elección de autoridades en la convención.
Sin embargo, el vicegobernador denunció un acuerdo de último momento entre Daniel Gardonio, quien contaba con una minoría de convencionales, y Roxana Reyes. Esta alianza inesperada frustró la posibilidad de que el sector de Leguizamón, que ostentaba la mayoría con 11 convencionales, presidiera el encuentro. "Teníamos una regla clara: el que más convencionales tenga ponía el presidente. Yo tenía la mayoría, y Gardonio no lo aceptó", sentenció Leguizamón, visiblemente crítico.
La figura de Roxana Reyes se erigió como un punto central de la discordia. Leguizamón no ocultó su rechazo a la influencia de la diputada nacional, a quien considera perjudicial para el futuro del radicalismo. "Mi límite es Roxana Reyes. Entiendo que esta mujer le ha hecho mucho daño al radicalismo", afirmó con contundencia.
El vicegobernador también deslizó críticas hacia la actitud de ciertos sectores del radicalismo que, según su visión, permanecieron en silencio durante la era kirchnerista. En contraposición, reivindicó su postura crítica constante. "A mí me avalan mis actos", subrayó.
En cuanto al futuro del partido y su rol dentro del frente gobernante, Leguizamón insistió en la necesidad de que el radicalismo forme parte del proyecto provincial. Si bien reconoció que la responsabilidad de las negociaciones recae ahora en Gardonio y Reyes, expresó su deseo de que se llegue a un acuerdo por el bienestar de todos los santacruceños. "Tenemos que ir a aportar al gobierno. Estamos en una coyuntura más que importante donde hay que apoyar al gobernador", manifestó.
Consultado sobre la posibilidad de presentarse como candidato en las próximas elecciones de medio término, Leguizamón fue categórico al descartar cualquier aspiración personal, reafirmando su compromiso con la vicegobernación hasta el final de su mandato.
Finalmente, ante una pregunta sobre un supuesto "reencuentro" entre Gardonio y Reyes –quienes compartieron trayectoria política en el pasado–, Leguizamón no lo negó, sugiriendo que el factor común de evitar su protagonismo podría haber facilitado el acuerdo. A pesar de este escenario, Leguizamón se mostró firme en su intención de seguir trabajando para impulsar un recambio generacional dentro del radicalismo, aunque desde un rol externo a la conducción partidaria.