
Marcelo Gadano, secretario general de ATE en la localidad, expresó que “el sindicato acató la conciliación obligatoria y suspendió todas las medidas de fuerza”, pero acusó al Ejecutivo municipal de no hacer lo mismo. “Están cambiando de sector a los compañeros recolectores, asignándoles otras tareas sin su consentimiento, en represalia por haberse plegado a la medida”, denunció.
Gadano señaló que estas acciones del Ejecutivo no solo desconocen los acuerdos alcanzados, sino que reavivan el conflicto con los trabajadores municipales. “Esto genera un nuevo foco de tensión y demuestra una falta de voluntad para resolver el conflicto de manera seria”, afirmó el dirigente.
Desde ATE exigieron una mesa de negociación “con responsabilidad y respeto” y advirtieron que, de persistir esta situación, podrían evaluarse nuevas medidas gremiales en defensa de los derechos laborales.
“Esperamos que se termine el manoseo. Necesitamos diálogo y no persecuciones”, concluyó Gadano.
El conflicto en Puerto Deseado se enmarca en un reclamo por mejoras salariales y condiciones laborales, que llevó al gremio a tomar medidas de fuerza la semana pasada, luego interrumpidas tras la conciliación dictada por la cartera laboral provincial.