
Castro detalló que el gimnasio tiene problemas con el gas, que hay caños en mal estado, medidores retirados y ventanas rotas, además de otras irregularidades en las instalaciones. “Sin calefacción no podemos lograr el hecho educativo, que significa enseñar y aprender”, remarcó.
La falta de respuestas concretas por parte de las autoridades agrava el conflicto. ADOSAC había presentado una nota a la Dirección Regional hace dos días, pero según indicaron, no hubo respuestas más allá de declaraciones en los medios.
Desde el gremio señalaron también la naturalización de la falta de clases: “Pareciera normal que cada semana haya días sin clases. Eso afecta profundamente a nuestros chicos, no solo en lo educativo sino también en lo emocional. Y la culpa no es del docente, sino del abandono estructural que venimos denunciando hace años”.
La jornada cerró con una invitación abierta a vecinos y familias para sumarse a las futuras medidas. “La escuela debe estar preparada para el frío, pero no hay avances concretos. Por eso estamos hoy acá, abrazando esta escuela”, concluyó Castro.