
Desde las 16:00 horas, miles de hinchas de clubes de fútbol se sumaron a la habitual protesta de los jubilados frente al Congreso de la Nación, en Buenos Aires, para reclamar por la pérdida de derechos adquiridos: recortes en el PAMI, encarecimiento de medicamentos, reducción de servicios de salud y un aumento descontrolado en los precios de los alimentos que vuelve insuficiente la jubilación mínima.
Ante la masividad de la convocatoria, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ordenó el despliegue de más de mil efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura Naval. Con carros hidrantes y un fuerte operativo, las fuerzas de seguridad intentaron frenar la manifestación. Se denunciaron infiltrados violentos, así como maniobras para criminalizar a los manifestantes, como la aparición de un arma de fuego en el césped de la plaza del Congreso, cuya imagen circuló rápidamente en redes sociales.
Pasada la tarde, la represión se intensificó. Los carros hidrantes lanzaron agua contra la multitud, una mujer de más de 70 años fue golpeada en la cabeza con un bastón policial y decenas de manifestantes fueron detenidos y acorralados contra las veredas, en escenas que evocaban los operativos de la última dictadura.
Mientras tanto, dentro del Congreso, la tensión también alcanzó niveles críticos. En la Cámara de Diputados, se esperaba el tratamiento de un emplazamiento a la Comisión de Asuntos Constitucionales para debatir el retiro de las facultades delegadas al presidente Milei. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Martín Menem, decidió dar por cerrada la sesión a pesar de que había quórum, argumentando una pelea a golpes entre los diputados libertarios Oscar Zago y Almirón.
Desde la oposición, la diputada de Unión por la Patria denunció en un posteo: "¿Qué pasó hoy dentro del Congreso? Libertarios presionando a su propio bloque: Zago, Pagano y Bonacci. ¿Para qué? Para que no tengamos quórum y evitar así que votemos la conformación de la Comisión de Juicio Político y la eliminación de las facultades delegadas. El presidente Menem, jefe de la operación”.
A esta hora, los incidentes continúan. Los canales de televisión transmiten en directo la represión que se extiende desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo y otras arterias clave como la avenida Callao y Corrientes. La violencia institucional y las irregularidades en el recinto parlamentario han dejado un mensaje inquietante: en plena democracia, las reglas del Congreso se incumplen y la protesta social se reprime con brutalidad.