
Desde hace años, la situación no cambia: quienes necesitan una consulta con especialistas deben presentarse en la madrugada, esperar varias horas y, en muchos casos, retirarse sin turno. La alternativa tecnológica prometida, el tótem inaugurado por la gestión de Alicia Kirchner, nunca funcionó de manera efectiva. Y en la actual administración sigue apagado.
El problema en primera persona
El móvil de La Vanguardia Noticias se acercó al hospital para constatar la situación. Encontró el tótem inactivo y recibió testimonios de pacientes frustrados.
Una lectora envió su experiencia:
"Los turnos se siguen sacando de manera precaria. Si estás enfermo, igual tenés que ir a las cinco de la mañana, hacer fila por tres horas y rezar para que te den un turno. Si no hay, tenés que volver a intentarlo hasta que logres conseguir uno."
Su relato refleja la impotencia de muchos pacientes:
"Hoy hice fila desde las 5:30 de la mañana y cuando me tocó, ya no había más turnos. ¿Cómo puede ser si dicen que dan cien números y adelante mío no había más de cuarenta personas? Nadie tiene respuestas."
A la falta de organización se suma un problema estructural: no hay suficientes especialistas en la región para atender la alta demanda.
El malestar de los pacientes se agrava ante la falta de respuestas oficiales.
"Hace un mes que tengo problemas en los oídos y no consigo turno para el otorrinolaringólogo. Lo vi hace un mes, pero no logro que me atienda para evaluar mis estudios. Mientras tanto, sigo con dolor, trabajando y exponiéndome al frío."
La indignación crece porque, cuando el tótem fue presentado, hubo fotos, prensa y promesas de cambio. Pero la realidad muestra que la modernización no llegó a los turnos médicos.