
El presidente Javier Milei firmó un decreto para transformar el Banco de la Nación Argentina en una sociedad anónima. Esta decisión, tomada justo antes de su viaje a Estados Unidos, generó incertidumbre entre los trabajadores y el sector bancario.
La medida se ampara en las facultades delegadas por el Congreso a Milei para reorganizar entidades estatales consideradas “deficitarias”. Sin embargo, el Banco Nación no es ni deficitario ni ineficiente, lo que generó fuertes críticas.
“El Banco Nación está sujeto a estrictos controles internos y externos”, aclaró Griselda Frabegat y agregó: “Cuenta con auditorías de la SIGEN, el Banco Central y otros organismos de fiscalización. A diferencia de muchas entidades privadas, su nivel de transparencia y supervisión es significativo”.
Según la representante de la Asociación Bancaria de Santa Cruz, la conversión del banco en sociedad anónima parece responder a un intento del Gobierno de obtener liquidez vendiendo su “última joya”.
Fábregat dijo que los trabajadores del Banco Nación se encuentran “en estado de alerta y movilización” y que van a realizar una serie de medidas y asambleas, además de abrazos a las sucursales del banco, durante la semana que viene. Dejó en claro que ´”por el momento no va a haber paro bancario pero sí asambleas para concientizar a nuestros compañeros y a los clientes que estaremos informando en las próximas semanas´´.
Impacto en los trabajadores y el alcance del banco
El Banco Nación cuenta con más de 700 sucursales en todo el país y emplea a más de 17.000 personas. Su presencia es clave en zonas donde la banca privada no opera, lo que garantiza acceso a servicios financieros a miles de argentinos. La conversión en sociedad anónima podría afectar tanto la estabilidad laboral de sus empleados como la función social que cumple la entidad.
El camino hacia la privatización: ¿cuáles son los pasos legales?
Para que el Banco Nación pueda ser privatizado, el Estado primero debe vender sus acciones, de las cuales el 99% le pertenece y el 1% a su fundación. Sin embargo, cualquier venta requiere aprobación del Congreso, según establece la Ley Bases. Además, un fallo de la Cámara Federal de La Plata determinó que el banco no puede ser privatizado sin la autorización del Poder Legislativo.
Reacción política y sindical
El año pasado, los trabajadores bancarios lograron frenar la incorporación de la privatización del Banco Nación en la Ley Bases, recolectando un millón de firmas y realizando gestiones en el Congreso. Ahora, con el decreto presidencial en marcha, el gremio bancario planea movilizaciones y presentaciones judiciales para frenar la medida. La preocupación también radica en la postura de los legisladores, que podrían cambiar su voto bajo presión del oficialismo.