Este proceso, que se espera concluir en las próximas tres semanas, es un elemento clave para el éxito del Proyecto Andes, iniciativa liderada por Horacio Marín, enfocada en la desinversión de aproximadamente 55 bloques de producción convencional que han mostrado una rentabilidad baja. Con este movimiento, YPF busca redistribuir sus recursos hacia el desarrollo de Vaca Muerta, uno de los yacimientos no convencionales más prometedores de la Argentina.
Desafíos en la Negociación
A diferencia de lo que ocurrió en otras provincias donde YPF pudo recibir compensaciones económicas por la venta de sus bloques, en Santa Cruz la situación es diferente. La empresa no solo no espera recibir dinero a cambio, sino que deberá invertir recursos propios para salir de estas áreas. Esta situación es el resultado de la gestión deficiente durante la administración de Alberto Fernández, que no logró adaptar la estructura de costos a la caída de producción de estos campos, convirtiéndolos en activos económicos insostenibles.
El Rol de CGC y otros Actores
El proceso de desinversión se sitúa en un contexto complicado, donde CGC, la petrolera liderada por Hugo Eurnekian y principal productor de hidrocarburos en el norte de la provincia, juega un papel crucial. CGC ha tomado la iniciativa para evitar un retiro descontrolado de YPF que podría desestabilizar el mercado petrolero en la región. Para ello, se ha formado una mesa de negociación que incluye a diversos actores privados interesados en los yacimientos.
Reestructuración de Clústers
La solución planeada implica un decreto firmado por el gobernador Claudio Vidal, mediante el cual YPF transferirá a CGC todos sus bloques agrupados en cinco clústers. Sin embargo, CGC mantendrá la operación únicamente de uno de estos clústers, que incluye los campos de Cañadón León y Meseta Escondida. Los otros cuatro clústers se distribuirán entre varias compañías, en un movimiento estratégico para asegurar una transición ordenada.
2. Patagonia Resources asumirá el segundo clúster, compuesto por Los Perales, Las Heras y Cañadón La Escondida, todos ellos reconocidos por su alta producción petrolera.
3. Crown Point, ligada al grupo GST, se encargará de una porción del tercer clúster que incluye el activo Guadal, tras obtener la concesión de Koluel Kaike.
4. Roch, fundada por Ricardo Chacra, tomará la parte restante de Guadal y otros campos, agrupados en un cuarto clúster.
5. Finalmente, el quinto clúster, que incluye bloques menores como El Cordón y El Destino, será transferido a Ingeniería Alpa, conocida por operar El Valle, un pequeño campo petrolero en la provincia.
Aspectos legales y ambientales en la transición
Cada clúster será concesionado a diferentes sociedades para facilitar la posterior transferencia de capital accionario a los nuevos operadores. Esta estrategia no solo busca simplificar procesos legales, sino también asegurar que la responsabilidad ambiental no recaiga sobre las nuevas empresas. Es crucial para los nuevos operadores garantizar su indemnidad ante los pasivos ambientales generados por la operación de YPF, ya que asumir estos costos representaría una carga insostenible, especialmente al entrar a campos que actualmente operan con pérdidas.
En resumen, la desinversión de YPF en Santa Cruz no solo es un cambio empresarial significativo, sino un acontecimiento que impactará el panorama petrolero de la región, sentando las bases para nuevas dinámicas en la industria. Las próximas semanas serán decisivas para definir el rumbo de estos clústers y la reconfiguración del sector en la provincia.
Fuente: EconoJournal.