
Una vida de sacrificio y superación
Elizabeth alquilaba una vivienda en la calle Sarmiento al 2000 con ayuda del Estado. Descripta por amigos como una “trabajadora incansable”, realizaba changas de corte de pelo y depilación para sostener a su familia, ya que no contaba con apoyo económico de los padres de sus hijos. Además, se capacitaba en cursos de inglés y educación, enfocada en mejorar su futuro y el de sus niños.
Gabriela, amiga cercana de Elizabeth, contó que mantenía una relación conflictiva con su agresor, un hombre vinculado a la UOCRA. Aunque no convivían, él solía quedarse los fines de semana. La relación estaba marcada por maltratos y violencia verbal, un ciclo que muchas mujeres enfrentan en silencio por amor o por sus hijos.
“A veces permitimos cosas creyendo en un falso amor. Hoy existen grupos de contención en escuelas e iglesias que pueden ayudar”, reflexionó Gabriela, llamando a romper el silencio ante la violencia.
El día del crimen, Elizabeth se preparaba para asistir a la iglesia “Ministerio de Un Encuentro con Jesús” junto a dos de sus hijos, de 5 y 15 años. La reunión comenzó a las 10, pero ella nunca llegó. La noticia conmocionó a toda la comunidad.
Amigos y miembros de la iglesia iniciaron una colecta solidaria para cubrir las necesidades de los cuatro menores. Se están recolectando alimentos, leche, productos de limpieza y dinero para ayudarlos a mudarse de la vivienda donde ocurrió el crimen.
La meta es garantizarles un entorno seguro y evitar que revivan la tragedia diariamente. “Elizabeth pagó el alquiler hasta el 14 de enero, pero necesitamos fondos para su traslado”, explicaron allegados.
La pérdida de Elizabeth ha dejado un profundo dolor. “No podemos pedir justicia porque él se quitó la vida, pero confiamos en que los chicos estarán bien”, expresó Gabriela.
Desde la iglesia, se impulsa la oración y la solidaridad para brindar contención emocional y económica a los niños.
El caso de Elizabeth Poletti visibiliza la violencia de género que muchas mujeres sufren en silencio. Es urgente fortalecer los espacios de apoyo y contención para prevenir estas tragedias y proteger a las víctimas.
Fuente: diario Jornada