Este grave fallo de bioseguridad, revelado recientemente, expone vulnerabilidades en el manejo de materiales peligrosos. Entre las muestras, destacaban 100 viales de Hendra, un virus con una mortalidad del 57%, y dos viales de hantavirus, cuyo índice de letalidad ronda el 38%.
Según el Ministerio de Salud de Queensland, las muestras desaparecieron tras un fallo técnico en un congelador. Durante el traslado a otro dispositivo, no se documentó el movimiento, lo que provocó su pérdida. Aunque las autoridades aseguran que no hay evidencia de robo o uso malintencionado, el destino de los viales sigue sin esclarecerse.
John Gerrard, Director de Salud de Queensland, descartó riesgos para la población, afirmando que los virus pierden capacidad de infección fuera de condiciones controladas. Además, se señaló que es improbable que hayan sido usados como armas biológicas debido a la complejidad técnica necesaria. Sin embargo, el incidente ha generado críticas por la demora en la detección y la falta de registros adecuados.
El gobierno ha iniciado una investigación liderada por el juez Martin Daubney y el experto en bioseguridad Dr. Julian Druce. Esta busca identificar los errores en los protocolos y prevenir futuros incidentes. Además, se han implementado medidas como capacitación adicional al personal y auditorías estrictas en el manejo de materiales peligrosos.
La desaparición de estas muestras subraya la necesidad de reforzar los sistemas de bioseguridad en laboratorios de alto nivel para evitar incidentes con potencial impacto global.