
La empresa enfrenta una posible suspensión de rutas y multas de hasta $200 millones por cada irregularidad registrada. Fuentes oficiales advierten que, de persistir los problemas, la compañía podría incluso perder su Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA), indispensable para operar.
En lo que va de 2024, el 26,92% de los vuelos de Flybondi sufrieron modificaciones, según la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Este índice aumentó en los últimos meses, alcanzando cifras superiores al 40%. En diciembre, el panorama podría empeorar, con estimaciones que indican que casi la mitad de los vuelos serían cancelados o reprogramados. Usuarios frustrados reportan cancelaciones de último momento y respuestas insuficientes por parte de la aerolínea.
La Secretaría de Transporte intimó recientemente a Flybondi a presentar un plan para reducir cancelaciones y mejorar la calidad del servicio. Aunque la empresa propuso incorporar un avión de respaldo y aumentar el stock de repuestos, las autoridades consideran insuficientes estas medidas. “No vamos a permitir que una aerolínea perjudique a los usuarios bajo el pretexto de políticas de desregulación”, declararon voceros del Gobierno.
Flybondi enfrenta serias observaciones por parte de la ANAC y la Junta de Seguridad en el Transporte. Entre las irregularidades detectadas se incluyen deficiencias en los registros de mantenimiento, desorden en depósitos de repuestos y falta de trazabilidad de consumibles. Además, la empresa fue señalada por incidentes graves, como emergencias en vuelo y errores en maniobras de despegue. Estas falencias generan preocupación sobre la seguridad de sus operaciones.
Los rumores sobre la venta de Flybondi aumentan. Según fuentes del sector, los accionistas buscan desprenderse de la compañía, con precios estimados entre USD 200 y 400 millones. Paralelamente, la empresa explora la posibilidad de cotizar en Wall Street. Estas prioridades parecen haber desviado la atención de Flybondi de sus operaciones, priorizando la expansión de rutas por encima de la calidad del servicio.
El futuro de Flybondi en el mercado aerocomercial argentino pende de un hilo. A pesar de haber recibido múltiples concesiones desde su creación en 2018, los incumplimientos reiterados podrían llevar al Gobierno de Milei a tomar medidas drásticas. Con la temporada alta de verano y las Fiestas en el horizonte, la aerolínea enfrenta un desafío crítico: recuperar la confianza de los usuarios y garantizar un servicio seguro y confiable.