"Seguiré a full con la motosierra… ¡Viva la libertad, carajo!", escribió, mientras preparaba su discurso para el acto de la Policía Federal Argentina. En la tarde del martes, Milei participó en la ceremonia de entrega de sables y despachos, reafirmando su respaldo a las fuerzas de seguridad y criticando políticas pasadas que, según él, "menospreciaron" a la policía y privilegiaron a los victimarios.
Durante el acto, Milei anunció una controvertida medida: prohibir cambios de cárcel para presos bajo el argumento de identidad de género. "Con nosotros, esta estupidez se termina", afirmó. También adelantó una propuesta para que las provincias puedan adherir a esta normativa, asegurando que busca proteger los derechos de las víctimas.
El martes, Milei no asistió a la 30° Conferencia Industrial organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA). Su ausencia generó malestar entre los empresarios, quienes esperaban su presencia para discutir desafíos clave del sector industrial, como la competencia desleal y las desigualdades comerciales. Martín Rappallini, presidente de la UIA, pidió "igualdad de condiciones" para competir en el mercado global y subrayó que otros países subsidian sus exportaciones, afectando gravemente a los productores argentinos.
Aunque Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, no estuvieron presentes, el Gobierno envió a Juan Pazo, secretario coordinador de Producción, quien reiteró el compromiso oficial con el sector. Sin embargo, el sabor amargo entre los empresarios persistió, ante la expectativa no cumplida de dialogar directamente con el presidente.