La localidad de Comandante Luis Piedrabuena, en la provincia de Santa Cruz, se encuentra en el centro de una controversia por la situación de abandono en la que fue hallado un adolescente bajo tutela estatal. La intendenta Analías Farías tomó conocimiento del caso el pasado 31 de octubre y actuó de manera inmediata, apartando a la directora de niñez, a la jefa del hogar de protección y a todo el personal vinculado al dispositivo de protección infantil. “Es una situación muy, muy grave, muy extrema. Apenas tomé conocimiento […] no dudé en ningún minuto de tomar las medidas que tenía que tomar”, declaró Farías en diálogo con Radio Vanguardia.
El joven, de 15 años, se encontraba en una condición de desnutrición severa, con un peso de solo 30 kilogramos, y sufría de tuberculosis. Fue internado en el Hospital Regional de Río Gallegos, situación que expuso las fallas en los mecanismos de protección y atención que estaban supuestamente destinados a su cuidado. La intendenta afirmó con vehemencia que “lo que me importa es la vida del menor”, añadiendo que no aceptará excusas de parte de las autoridades involucradas.
Farías, quien cuenta con una formación en el área social, destacó su compromiso con los sectores vulnerables: “Soy una intendente con una formación social. Tengo bronca, enojo […] no voy a dudar en las decisiones que tengo que tomar”. En este sentido, ordenó no solo el sumario administrativo para el personal del hogar, sino que además prometió que el municipio tomará todas las medidas necesarias para garantizar que el adolescente reciba un trato digno y el acompañamiento requerido.
En una denuncia que impactó a la comunidad, una trabajadora del área de Desarrollo Social señaló que el menor estaba bajo condiciones de “abandono y maltrato sistemático”. Farías reconoció que el joven asistía a la escuela y recibía atención médica, lo que plantea interrogantes sobre las fallas en el seguimiento integral de su caso. “Aquí somos todos responsables, con mayor o menor responsabilidad. Cuando hablamos de un menor […] humanamente somos responsables”, afirmó con firmeza la intendenta, exigiendo respuestas a todos los niveles.
Este escándalo ha sacudido a Piedrabuena y genera presión para que las autoridades locales y provinciales revisen los protocolos de protección infantil.