En una entrevista radial con La Vanguardia, el Padre Juan Carlos Molina, director de la Fundación Valdocco, relató con preocupación un reciente operativo sorpresa en la institución que alberga a menores en situación de vulnerabilidad. La fundación, ubicada en Cañadón Seco, se ha visto en el centro de la polémica debido a la repentina inspección realizada por miembros del gobierno provincial, policías y la jueza de familia de Caleta Olivia.
El Padre Molina, que no se encontraba en el lugar al momento del operativo, explicó: “Valdoco hace 25 años que está ahí. Yo llegué en el 2000… y nunca salimos en los medios. Lamentablemente hay que salir a hablar… por toda esta situación que nos está pasando”.
Según Molina, el procedimiento comenzó con la visita no anunciada de una funcionaria del Consejo Provincial de Educación, quien “sacó fotos y salió de ahí”. Poco después, el lunes siguiente, la Fundación recibió “un pedido de informe de la jueza de familia… y nos da un plazo de 6 horas para responder. Lo que nos llamó la atención”.
Además, todos los menores fueron convocados a declarar en el Juzgado, lo que Molina describió como una alarmante vulneración de derechos. “Nos preocupa un montonazo… empieza a vulnerarse los derechos de los niños”, señaló ante los micrófonos de Radio Vanguardia.
La situación escaló cuando el operativo incluyó la presencia de altos funcionarios provinciales, entre ellos el ministro de Seguridad, la ministra de Salud y la presidenta del Consejo Provincial de Educación. “Había más gente de los más altos niveles de los ministerios, lo cual nos preocupó. Recorrieron la casa… hablaron con los menores, que no lo podían hacer… Hicieron preguntas capciosas, que no lo podían hacer”, denunció el sacerdote.
Frente a estos hechos, Molina advirtió que la Fundación podría cesar sus actividades con los menores y devolver a los chicos a sus lugares de origen: “Lo que vamos a hacer es, al menos la parte de menores, cerrarla y que cada uno de esos chicos vuelva a sus lugares de origen”.
El Padre Molina enfatizó que en Valdoco “no hay nada que ocultar… Cualquiera puede ver, cualquiera los ve a los pibes gorditos, sonrientes, estudiando, jugando, haciendo arte”. Sin embargo, la repentina y cuestionada visita ha dejado al director de la Fundación con dudas sobre las motivaciones detrás de esta inspección: “¿Para qué? No lo sabemos. Si hay persecución política, no lo sé”.
"Tenemos escuelas con talleres y con actividades técnicas. Ustedes calculen que vivimos juntos todos los días del año: Navidad, Año Nuevo, vacaciones de invierno, feriados. No es que puedas cortar las actividades, los chicos tienen talleres como el de soldadura, carpintería, huerta, panadería, cocina, costura, arte, música y computación. Y además, tienen sus clases como en una escuela. La diferencia con otras escuelas es que, en general, estos chicos no están alfabetizados o están muy retrasados en su nivel educativo. Por ejemplo, hay chicos en primer o segundo año de secundaria con un nivel de 5º grado.
Aprenden dibujo técnico, matemática, lengua, historia, geografía, y todo eso a un ritmo adaptado para cada uno. Siempre decimos que en Valdocco hay tantas escuelas como chicos, porque los procesos son individuales. Van docentes a escolarizar a los chicos. Además, hay un equipo de alfabetizadores, especialistas en educación. Esto no es una escuela regular, trabajamos en conjunto con Educación y Salud en un convenio de cooperación. No tenemos un horario de 8 a 12, estudiamos tanto en la mañana como en la tarde. Hay docentes bilingües, profesores de educación física, y talleristas de arte formados en instituciones locales, así como un soldador técnico y un profesor de computación", describió el sacerdote.