Su uso intensivo en cortos períodos contribuye significativamente al consumo energético del hogar. Mientras la heladera y el lavarropas distribuyen su consumo a lo largo del día o de ciclos de uso, la ducha eléctrica requiere altos niveles de electricidad en cada minuto de funcionamiento.
Estudios en diversas regiones muestran que los hogares con duchas eléctricas registran un aumento de hasta un 30% en la factura de electricidad. La demanda instantánea de energía para calentar el agua incrementa el consumo en comparación con sistemas de calefacción de agua por gas o eléctricos de baja demanda. Por esta razón, el uso prolongado o diario de este dispositivo representa un alto costo en el servicio eléctrico mensual.
Aunque la heladera está en funcionamiento constante para mantener la temperatura interna, su consumo es cíclico, ya que el compresor se activa solo en intervalos. En términos de uso energético, la heladera es eficiente en comparación con una ducha eléctrica, que utiliza potencia máxima cada vez que está en uso.
El lavarropas también consume una cantidad importante de energía, especialmente en los ciclos de lavado con agua caliente, pero su uso suele ser esporádico. Además, optar por ciclos de lavado en frío puede ayudar a reducir el consumo energético, un ajuste que no es aplicable de la misma manera en el caso de las duchas eléctricas.
El aire acondicionado tiene un consumo elevado en climas cálidos y durante períodos prolongados. Sin embargo, su uso eficiente y la opción de modelos de bajo consumo permiten moderar el gasto energético. Esta alternativa de ahorro es limitada en el caso de las duchas eléctricas, que exigen energía constante durante el uso.
En áreas donde la ducha eléctrica es la única opción para calentar agua, el uso de temporizadores y la reducción de tiempo en la ducha ayudan a mitigar el impacto en la factura. En estos casos, sistemas de energía renovable, como paneles solares, pueden ser alternativas que contribuyen a reducir el consumo energético al suplir parcialmente la demanda eléctrica de la ducha.
En algunos países, reguladores eléctricos han documentado el impacto de las duchas eléctricas en el costo energético doméstico. Esto se ve especialmente en regiones con redes de suministro eléctrico limitadas, donde se incentiva el uso de sistemas de menor demanda. Así, el uso eficiente y consciente de estos dispositivos resulta fundamental para evitar sobrecargar las redes y mantener un control sobre la factura mensual.
La ducha eléctrica es, sin duda, uno de los mayores consumidores de energía en el hogar. Con prácticas de uso eficiente, es posible reducir su impacto en la factura de electricidad, optimizando así el consumo energético en el hogar.