
En este contexto, Google ha desarrollado un sistema de inteligencia artificial (IA) que promete transformar la detección temprana del cáncer de mama, con la posibilidad de salvar miles de vidas. Un estudio realizado por la empresa, que incluyó a más de 25.000 mujeres, mostró que la IA puede analizar mamografías con una precisión similar a la de los radiólogos experimentados.
El estudio de Google se llevó a cabo con 25.856 mujeres del Reino Unido y 3.097 de Estados Unidos, todas ellas previamente sometidas a mamografías. La IA fue comparada con evaluaciones históricas de radiólogos y nuevas revisiones de seis especialistas. Los resultados fueron impresionantes: la IA logró una reducción del 5,7% en falsos positivos en EE. UU. y del 1,2% en el Reino Unido. En cuanto a los falsos negativos, la reducción fue aún mayor, con un 9,4% en EE. UU. y un 2,7% en el Reino Unido.
Estos avances son fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama, ya que un diagnóstico falso positivo puede llevar a tratamientos innecesarios, mientras que un falso negativo puede retrasar el tratamiento adecuado.
Uno de los mayores desafíos en el diagnóstico del cáncer de mama es la ocultación del tumor por tejido mamario denso, lo que puede dificultar su detección. La IA de Google está diseñada para superar este obstáculo, ayudando a los radiólogos a realizar diagnósticos más precisos y certeros, incluso en casos donde el cáncer podría estar enmascarado.
Lo sorprendente es que la IA de Google opera con menos información que los radiólogos humanos. Mientras que los profesionales suelen contar con el historial médico completo y mamografías previas, la IA utilizó solo la imagen más reciente, obteniendo resultados más precisos en muchos casos.
Aunque los resultados de este estudio son muy prometedores, el equipo de Google reconoce que aún es necesario realizar más investigaciones y ensayos clínicos antes de que esta tecnología pueda implementarse a gran escala. Además, la IA deberá contar con la aprobación de las autoridades sanitarias para ser utilizada en programas de detección de tumores. No obstante, esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que se detecta el cáncer de mama, mejorando significativamente los resultados de los programas de cribado y, en última instancia, salvando vidas.