
El cuerpo del experimentado buzo fue encontrado a 28 metros de profundidad, en una cavidad del cenote, ubicado en San Antonio Mulix, a 49 kilómetros de Mérida, capital del estado.
El trágico incidente ocurrió el 4 de octubre de 2024, cuando Omar ingresó al agua alrededor de las 11 de la mañana. Sin embargo, pasadas varias horas, no se tuvieron noticias de su regreso, lo que activó una intensa búsqueda en la zona. Equipos especializados del grupo Buzos Técnicos Deportivos de Yucatán, el Cuerpo de Bomberos y la policía local trabajaron a contrarreloj para localizarlo, pero lamentablemente, el desenlace fue fatal.
Los restos del buzo fueron encontrados con dos de los tres tanques de oxígeno que llevaba, ambos vacíos. Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar las causas exactas de su muerte. Aunque Roberto Omar era un profesional experimentado en la actividad, los detalles sobre lo que pudo haber salido mal aún están bajo investigación.
Desde el momento en que se reportó la desaparición, las autoridades desplegaron un operativo de rescate con equipos de buceo técnico y tecnología avanzada. Sin embargo, la naturaleza del cenote, con sus cavidades y corrientes subterráneas, complicó las labores de búsqueda.
Los cenotes, aunque son sitios turísticos de gran belleza, también representan riesgos significativos para quienes se sumergen en sus profundidades, incluso para buzos experimentados como Roberto Omar.