A finales de junio de este año, ante la inminencia de un invierno duro, el gobierno de Santa Cruz decidió armar el Comité de Emergencias y Catástrofes (COE), un órgano consultivo de carácter permanente que todavía está en vigencia y, en cuyo seno, participan representantes de distintos organismos públicos provinciales, Fuerzas Armadas y de Seguridad y entes nacionales relacionados con contingencias no naturales y catástrofes ambientales.
A modo de resumen de las acciones que se llevaron adelante dentro del COE, la funcionaria relató que en este invierno “trabajamos en todas las localidades, en combinación con entes públicos provinciales y organismos nacionales como el SINAGIR (Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo)”.
“El SINAGIR –agregó- se puso a disposición de la Provincia para brindarnos apoyo en todo aquello que necesitáramos y, ni bien comenzó a funcionar el COE, vino personal especializado, para acompañarnos en las acciones que teníamos que implementar”.
Tras indicar que los lugares más afectados “fueron los cordilleranos, Gobernador Gregores, Tres Lagos, El Calafate, Tapi Aike, Perito Moreno y Lago Posadas” y, en ese contexto, describió que “llegamos a trescientas estancias para dejar mercadería, rescatar animales y evacuar personas; intervenimos en sitios donde había tres metros de nieve y temperaturas que llegaron a los 28 grados bajo cero y, después de que pasó la nieve, tuvimos que enfrentar el deshielo que afectó sobre todo a Los Antiguos y Gobernador Gregores”.
Luego de destacar también que “algunas empresas nos prestaron maquinarias”, sostuvo que “fue un trabajo conjunto y un aprendizaje considerando que, cuando asumí en este cargo, no había ningún tipo de información y tampoco había un plan invernal establecido, lo tuvimos que armar nosotros con la ayuda del personal”.
“Ahora sabemos qué herramientas necesitamos para llegar al próximo invierno y enfrentarlo cómo corresponde” resumió, al tiempo que reflexionó diciendo que “sabemos que a nivel financiero Santa Cruz quedó devastada, pero ahora ya tenemos claro qué nos falta para atender las implicancias de la temporada invernal que viene y el gobernador, Claudio Vidal, ya está trabajando en eso”.
Gordillo recordó que “apenas asumí, dediqué el mes de enero para visitar todas las localidades y hacer un trabajo conjunto entre Protección Civil provincial y las dependencias similares que están en las comunas. Ese trabajo preliminar nos ayudó muchísimo para atender la emergencia”.
A modo de decisión política informó que “nosotros habíamos brindado capacitaciones y preparamos al personal. En la contingencia invernal nosotros mandamos personal de Protección Civil a cada localidad para acompañar en las decisiones, pero nos ayudó muchísimo la labor previa que habíamos encarado en los pocos meses de gestión que teníamos”.
La titular de la Subsecretaría de Protección Civil remarcó que “si comparamos lo que sucedió este año con algún otro período, podemos decir que hay detalles muy similares a lo que pasó en el 2000. Por eso, vamos a armar un informe que va a estar a disposición de las próximas gestiones, donde va a estar plasmado todo lo que hicimos, cómo trabajamos en la emergencia y los recursos que se aplicaron para atender la contingencia”.
Aunque ya llegó la primavera, Gordillo aclaró que “todavía no termina la contingencia, tenemos alerta amarillo por viento y nieve en El Calafate, Río Turbio, Comandante Piedra Buena y Puerto Santa Cruz y pedimos conducir con precaución en la ruta que une La Esperanza con El Calafate por calzada resbaladiza por presencia de escarcha”.
Consultada sobre la actividad del organismo durante la temporada estival, comentó “acompañamos a las localidades en la organización de los festivales populares, haciendo prevención o brindando primeros auxilios, mientras nos vamos capacitando, permanentemente, para estar actualizados con los conocimientos y los nuevos abordajes”.
Por último, Gordillo puntualizó que “nosotros tenemos muy buena comunicación con la ciudadanía”, en tanto recalcó que “cualquier habitante puede llamar al 103 para pedir ayuda si la necesita y lo puede hacer las veinticuatro horas del día, durante todo el año, porque tenemos guardias permanentes”.
De esta manera, enumeró algunas situaciones en las que el ente tiene injerencia, por ejemplo, voladuras de techos por vientos fuertes, peligro de inundación por lluvias y desborde a espejos de agua o cortes de luz, pero para evitar confusiones, enfatizó que la gente “puede llamar frente a cualquier eventualidad y nosotros nos ocupamos de derivar la situación a quien corresponda”.